NUEVA YORK, Estados Unidos.- Una fábula de Esopo, “El labrador y la cigüeña”, narra la historia de un campesino que no perdonó a una de esas aves, que había caído en una trampa tendida a otros pájaros que le comían sus semillas. Le dijo: “Te capturé junto con ellos y te corresponde el mismo destino”.
Es lo que está pasando con el Decreto de Inmigración del Presidente Donald Trump, que hace pagar a “justos por pecadores”.
La orden legal ha sido diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos, dice la Casa Blanca, pero el veto afecta a millones de inmigrantes y refugiados que pretendían llegar a la nación del Norte.
Se intenta detener el terrorismo, infiltrado entre los que llegan, y se busca analizar los nombres de presuntos elementos que tratan de entrar a la nación para causar el caos, como ha ocurrido en varios países europeos, golpeados por violentos actos terroristas.
Ya Estados Unidos cuenta con numerosas “células dormidas” que podrían irrumpir en cualquier momento.
El decreto de Trump suspende por 120 días el ingreso de refugiados (para los refugiados provenientes de Siria el plazo es indefinido) y por 90 días para ciudadanos de Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.
La batalla para imponer el decreto ha generado debates que mantienen dividido al país y al resto del mundo. Millones han dado a conocer sus objeciones a la nueva política de Washington sobre restricciones de viajes para personas de siete naciones de mayoría musulmana.
También ha producido la salida de su puesto de la fiscal general interina Sally Yates, nombrada por Obama, quien había ordenado a sus subordinados en el Departamento de Justicia no defender el veto, porque no estaba segura de que dicha medida fuera “legal”.
El caos ha alcanzado las esferas diplomáticas y se ha registrado una petición pública de millones de firmas en el Reino Unido para cancelar la visita oficial de Trump a Londres. La primera ministra, Theresa May, extendió durante su reciente viaje a Estados Unidos una invitación de la reina al presidente para una visita de Estado que se celebraría a finales de este mismo año.
La confusión es aún mayor entre las grandes aerolíneas que cubren las rutas transatlánticas. La IATA, asociación que representa a 265 compañías de todo el mundo, denunció que la acción ejecutiva firmada por el Presidente Donald Trump está creando confusión y caos entre los viajeros y las propias compañías aéreas.
Dentro de los afectados están los cubanos que fueron sorprendidos a medio camino desde la Isla hacia los Estados Unidos. Miles han quedado en el limbo, varados donde los alcanzó la orden migratoria de Trump y hoy están a la espera de lo que se decida sobre su suerte. La mayoría está esperanzada en que la nueva administración les permita a este último grupo arribar al destino que buscaba. Muchos vendieron todas sus posesiones en Cuba para intentar el viaje y hoy, varados en México, Panamá y otras naciones, son víctimas de abogados inescrupulosos que prometen, sin garantías, abrirles camino a cambio de miles de dólares
El decreto migratorio de Donald Trump fue hecho con buenos propósitos para la defensa de Estados Unidos frente al terrorismo, pero eso no quiere decir que no haya afectado fuertemente a millones de inocentes.