QUITO, Ecuador.- El pasado 29 de noviembre, los miembros de la Asociación de Cubanos Residentes en Ecuador (ACURE) se pronunciaron a favor de la decisión del gobierno ecuatoriano de exigir una visa para aquellos cubanos que desearan entrar a este país. También criticaron la Ley de Ajuste Cubano, y condenaron a los Estados Unidos por el masivo éxodo de cubanos, y por tanto, por el conflicto migratorio centroamericano.
Esta acción del grupo motivó numerosos comentarios críticos, pues se percibían detrás de las declaraciones ciertos matices en cuanto a lenguaje, estilo, dureza, entre otros aspectos, que recordaban la forma del discurso oficialista cubano. Algunos llegaron a afirmar que se trataba de una posible manipulación del propio gobierno cubano, otros declararon que este grupo es aliado del gobierno ecuatoriano de izquierda, mientras que ciertas afirmaciones fueron más especulativas e hirientes al cuestionar si estaban pagados por ciertas instancias. De forma general, hay cierto consenso respecto a que los integrantes son funcionarios de la embajada y otros comprometidos con los intereses de la dictadura cubana.
La Unión de Cubanos en Ecuador ha respondido enérgicamente al pronunciamiento del ACURE afirmando: “la verdadera comunidad cubana radicada en La República del Ecuador se ve en la necesidad de hacerle llegar a esta asociación, a Cuba y al resto del mundo una respuesta a dicha declaración (…) Al parecer este grupo de personas que se hace llamar ACURE busca causarnos disgusto y desunión, tratan de opacar la verdad y la realidad de los actuales sucesos, están poniéndose en contra de las ganas de libertad y cambio que hoy ansía el pueblo cubano. Esta asociación actúa completamente bajo presión del gobierno comunista de Cuba, y sabemos que están obligados a hacerlo. Esto no favorece en nada a la comunidad inmigrante ni al pueblo cubano y no estamos ni estaremos de acuerdo con esa declaración, la cual no contó con el consentimiento de la mayoría de los inmigrantes cubanos en Ecuador, es otra artimaña del régimen para desprestigiar a los cubanos que abandonamos la isla, como siempre lo han hecho durante todos estos años. Nos sentimos ofendidos con la declaración presentada por la ACURE”.
Se cuestionan además, acerca de la indiferencia de dicha asociación ante el estatus legal de miles de cubanos que se encuentran de forma irregular en el país andino y que no pueden vivir acá con sus derechos legales por tal condición.
Sostienen que si la ACURE se cree como autoridad legal suficiente para hacer declaraciones de ese tipo y actuar en representación de la comunidad cubana en el Ecuador, ¿por qué entonces han permanecido en el silencio ante las atrocidades que injustamente se cometen con los ciudadanos cubanos en los Aeropuertos Internacionales de Ecuador?
Se les ha criticado también por el hecho de no involucrarse en la realización de campañas que ayuden a divulgar la verdadera situación social y política de los cubanos, las que podrían ayudar a atenuar un tanto la marcada xenofobia del pueblo ecuatoriano hacia sus hermanos cubanos, así como no realizar acciones de protesta en contra del ejército Nicaragüense que reprimió violentamente a miles de ciudadanos cubanos.
Esta declaración fue acordada en Quito, Ecuador, el lunes 30 de Noviembre de 2015. Se publicó el propio día de forma íntegra con el título: “IMPERDIBLE: Así responden los cubanos en Ecuador a la crisis migratoria”. Las instituciones que la respaldan son la Unión de Cubanos en Ecuador (10 765 miembros), Asociación de Profesionales Cubanos en Ecuador (5 551 miembros) y Negocios de Cubanos en Ecuador (2 666 miembros).
Días después, un grupo de intelectuales y profesionales cubanos de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), con independencia total de las instituciones antes citadas y de manera especial de la ACURE, decidieron unir sus voces con esta nueva declaración, la cual pretende, en cierta medida e independientemente de ciertos puntos no bien precisados, hacer justicia por los hermanos cubanos que sufren las consecuencias del éxodo masivo que se ha suscitado en los últimos meses.
A continuación, dicha declaración de manera íntegra:
Declaración abierta sobre la migración cubana:
A propósito de los migrantes cubanos varados en la frontera de Nicaragua y Costa Rica, y de la imposición de visas a los visitantes cubanos a Ecuador.
Las personas abajo firmantes, cubanos y cubanas en Ecuador y en otros países, sin que importe su condición migratoria, o su aspiración de residir temporal o definitivamente, de transitar o de retornar a Cuba, incluyendo también a ecuatorianos y ecuatorianas, así como a personas en movilidad de distintas nacionalidades, y respetando la diversidad de opiniones, nos pronunciamos a propósito de los migrantes cubanos varados en la frontera de Nicaragua y Costa Rica, y de la imposición excepcional de visas a los visitantes cubanos a Ecuador:
1ro. La Ley de Ajuste Cubano garantiza un privilegio para cubanos y no un derecho para los migrantes en general. Reconocemos que fue creada por el gobierno de los Estados Unidos como instrumento de estímulo migratorio y de desestabilización interna en Cuba. A la vez, consideramos que las explicaciones de la migración cubana —que se encuentra en más de 150 países, y no solo en los Estados Unidos— son múltiples y no reducibles a la existencia e implementación de la política migratoria estadounidense hacia Cuba.
2do. Entendemos que el gobierno de Ecuador tomó medidas solicitadas intergubernamentalmente, y que a pesar de esto se ha comprometido a brindar una solución inmediata a los ciudadanos afectados por la exigencia sorpresiva de visado. Sin embargo, según la Constitución vigente en Ecuador es cuestionable la imposición de la visa como requisito de ingreso, toda vez que según lo establecido en el numeral 6 del artículo 416, la libre movilidad constituye un principio que debe informar las relaciones internacionales del Estado ecuatoriano.
3ro. Condenamos toda práctica que lucre con la movilidad o que ponga en peligro la vida de migrantes. Sin embargo, consideramos que limitar el derecho a la movilidad humana, con el argumento de proteger a personas contra los peligros asociados a esa migración, entraña el riesgo de poner en cuestión la efectividad y vigencia de los derechos en general.
4to. Rechazamos la utilización del control y la imposición de visados como forma de erradicación de las redes de tráfico de migrantes. Conocemos que, en experiencias similares, medidas afines no detienen dinámicas de este tipo, y generan la proliferación de ilegalidades, la ampliación de los riesgos y el incremento de condiciones de vulnerabilidad para la población migrante.
5to. Consideramos que la imposición de visas a cubanos que viajan a Ecuador, hace parte de las regulaciones que desfavorecen a los migrantes de esa nacionalidad, tales como las restricciones de legalización de títulos profesionales o prácticas de detención y deportación, y que inciden en la reorientación del flujo migratorio hacia los Estados Unidos.
6to. Entendemos que los Estados latinoamericanos no pueden convertirse en agencias de paso de cubanos hacia los Estados Unidos, cuando sus propios ciudadanos son deportados al intentar la misma trayectoria. Comprendemos que este tema, que involucra en primer lugar a EEUU y Cuba, ha arrojado responsabilidades imprevistas y onerosas sobre terceros estados; pero insistimos que es su obligación respetar los derechos de las personas migrantes y condenamos cualquier uso de fuerza militar contra ellas.
7mo. Comprendemos las condiciones de la globalización de las desigualdades, y, también por ello, reivindicamos la migración como un derecho universal. Derecho que en nuestro caso, implica no solo salir de Cuba, sino también cambiar de destino a voluntad, y ejercer el derecho al retorno.
8vo. Creemos que Cuba es una nación transnacional, que vive y existe también fuera de su archipiélago. Por esto consideramos necesario impulsar diálogos entre el Estado cubano y sus ciudadanos migrantes, así como al interior de su propia población migrante. Aspiramos a que esos diálogos ocurran, y se expandan, y que estén regidos por la participación de compatriotas y conciudadanos preocupados por Cuba como bien común de sus nacionales. Deseamos también que Cuba pueda ser un destino deseable para otros migrantes, y que nuestra nación les abra con justicia sus puertas.
6 de Diciembre del 2015.
Es esta la verdadera respuesta de los miles de cubanos residentes en este país. La verdad se alza enérgica frente a la falsedad de la exigua minoría que, de manera irrespetuosa, se hizo copartícipe de las manipulaciones de la dictadura comunista cubana y sus pocos aliados en el mundo. Latinoamérica está experimentando cambios contundentes en estos días, y la voz de los cubanos desde el exilio en estas tierras andinas se une en respuesta a las provocaciones que intentan desvirtuar nuestro sentir.