Ciudad de México, México.- Hay actrices que a fuerza de talento y esfuerzo han quedado en la memoria colectiva cubana. Una de ellas, Aurora Basnuevo, cumpliría hoy 85 años.
La actriz, cantante y presentadora contagiaba con su infinita energía y ponía en boca de todos sus simpáticos dicharachos: Cómo olvidar su : “¡Ay! ¡Qué vida más sana, qué aire más puro!” o sus inigualables consejos: “Es mejor dar compotas que dar fricciones” y “Ni el chicharrón es carne, ni el cuñado es familia”.
Aunque probablemente su frase más recordada sea: “Después todo el mundo está en sus cosas y cómo quedo yo eh, cómo quedo yo”.
Nacida el 13 de agosto de 1938 en Colón, Matanzas, comenzó haciendo teatro y llegó a la televisión en 1968, con las aventuras de “Los Mambises”. Intervino en más de una decena de películas, entre ellas “Salsa”, “Las profecías de Amanda” y “Habana Blues”.
La Mulatísima, como se le conocía, dedicó gran parte de su carrera artística a la radio.
Desde 1960 estaba casada con el también actor Mario Limonta, a quien conoció en el programa “La corte suprema del arte”, de José Antonio Alonso.
En la televisión esta pareja siguió muy cerca. En“San Nicolás del Peladero”, por ejemplo, también fuero esposo y esposa.
En 1965 comienza a transmitirse “Alegrías de sobremesa”, con guion de Alberto Luberta. La llegada de Aurora Basnuevo a ese espacio la consagra con el papel de la mulata Estelvina.
Además, durante más de 20 años, Aurora junto a su compañero de vida, Mario Limonta, condujo, actuó y cantó en el programa campesino “Fiesta Guajira” de Radio Progreso.
En 1989, recibió el Micrófono de la Radio Cubana por su destacada labor en ese medio. También le otorgaron el Premio Nacional de Humorismo 2004, y en 2009, fue galardonada con el Premio Nacional de Radio.
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