MIAMI, Estados Unidos. – En las afueras de La Habana, se encuentra una joya arquitectónica construida en 1911, El Castillo de la Tropical, una pequeña maravilla que refleja la tradición constructiva musulmana.
El edificio fue originalmente concebido como casa de juegos y residencia del administrador de los Jardines de La Tropical, creados en 1904. Inspirado en La Alhambra de Granada, el castillo formaba parte de un espacio recreativo dentro de la gran propiedad de la Nueva Fábrica de Hielo S.A., propietaria de varias marcas de cerveza y malta.
Los dueños del parque y de la fábrica, los condes de la Mortera, eran españoles, y los diseñadores del castillo fueron dos maestros de obras catalanes, Ramón Magriñá y Jaime Cruanyas Feliú. La elección del estilo neoárabe respondió a la moda de la época, asociada a la idea de ocio, y se utilizó en la construcción de hoteles, residencias y edificios de apartamentos.
El Castillo de la Tropical se emplazó en la zona más alta del parque y cuenta con dos niveles de alto puntal y un interior ornamentado que refleja la belleza de La Alhambra.
El edificio ha pasado por varias transformaciones desde su nacionalización en 1960. Entre 1989 y 1990, fue adaptado como restaurante de comida criolla y rebautizado como “Madrid”. A pesar de las intervenciones agresivas, como la instalación de una cocina industrial, se añadió un elemento positivo: una fuente en la parte trasera que conjuga elementos distintivos de La Alhambra de Granada.
El restaurante funcionó hasta el año 2000, y desde entonces ha albergado un taller de cerámica, fiestas de música electrónica y, en 2017, se convirtió en espacio expositivo del reconocido artista Michelangelo Pistoletto.
Hoy en día, el Castillo de la Tropical se encuentra en un preocupante estado de deterioro y requiere una urgente rehabilitación integral. La ONG italiana CISP trabaja arduamente para evitar la pérdida de elementos arquitectónicos y revitalizar el uso del castillo con talleres comunitarios.