LA HABANA, Cuba.- “Bah, el arte de estos muchachos de ahora”, dijo un conocido a unos cinco metros de distancia de la única pieza que había en la galería, en el centro mismo del salón. Era un hombre ya maduro que, con un gesto de cansancio, ni siquiera le echó un vistazo a la pieza antes de salir de allí. Quizás el tremendo calor que había en el lugar le había ofuscado el ánimo. Quizás ya se había sentido embaucado en otra ocasión por alguno de “estos muchachos de ahora”.
Había muchos jóvenes entre los asistentes a la inauguración de la exposición Ibídem de Yornel Martínez. Algunos de los que acudieron, seguramente, venían sin más interés que el de socializar, tomarse unos tragos de ron y pasar el rato después de tanto aburrimiento habanero. Alguno quizás buscara otro motivo para despotricar contra los “extraviados” artistas del momento.
Los que tenían una idea de lo que era en realidad la exposición, de seguro no sintieron que estaban perdiendo el tiempo. Si aquel que se marchó por el temor de ser otra vez estafado hubiera intentado un acercamiento a la proposición del artista, acaso también hubiera sentido que valía la pena, porque lo que pretende Yornel Martínez no es llevar a cabo una exposición más. De hecho, se trata de un desafío y de una reinterpretación del concepto tradicional de exposición.
Esa pieza única que hay en el centro del blanquísimo salón de la galería Servando, en la esquina de 23 y 10, en El Vedado, es una blanquísima maqueta del interior de esa galería Servando, abierta por arriba, como si le hubieran quitado el techo, para que podamos ver, en las paredes del local imitado, las fichas técnicas de las obras en el espacio exacto donde se esperaría que estuvieran ellas si se tratara de una exposición normal.
Y he aquí, entonces, el gesto decisivo del artista, gesto irónico tal vez: las obras que físicamente no están en la galería Servando ni en las paredes de la maqueta al centro del salón —donde son sustituidas por sus correspondientes fichas técnicas—, se encuentran, no obstante, en la página de Facebook de esa galería, que es donde en verdad se completa el acto expositivo.
En fin, la galería Servando de 23 y 10 se convierte en una muñeca rusa que contiene en su interior una maqueta de sí misma —realizada por Lázaro García Driggs en escala 1:10—, o sea, una especie de muñeca rusa menor que, en vez de contener una copia aún más pequeña, contiene un hiperenlace invisible pero real —las fichas técnicas— con las obras colgadas en la virtualidad de la galería en internet, que puede ser visitada desde cualquier lugar del mundo sin tener que ir hasta la calurosa sala de exposiciones junto a la Cinemateca.
En el catálogo se nos recuerda que Ibídem significa, cuando se usa en notas a pie de página, “allí mismo” o “en el mismo lugar” para remitir a una obra antes citada ya. Es costumbre también utilizar esta palabra latina en las biografías para indicar que el lugar de defunción de la persona en cuestión es el mismo que el lugar de nacimiento.
“Un espacio de exposición no es solo un despliegue de objetos”, advierte el texto del catálogo, “sino también un espacio de negociación, un lugar donde es posible practicar toda una serie de juegos”. Además, se subraya que “en cualquier vínculo que intentemos establecer entre un territorio y su representación, subyace una cita al texto Del rigor en la ciencia, de Jorge Luis Borges, donde el autor problematiza sobre la relación que existe entre la representación de un territorio y la existencia del espacio en sí”.
El autor de este furtivo juego de artificios y símbolos, Yornel Martínez Elías (Manzanillo, 1981) se graduó del Instituto Superior de Arte capitalino y ha expuesto individualmente en la Biblioteca Nacional José Martí, en el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, en la galería Villena de la Oficina del Historiador de La Habana y en la Fundación Ludwig, entre otros espacios.
También ha participado en muestras colectivas desde Colombia y Estados Unidos hasta España e Italia, y ha merecido la beca Davidof para artistas del Caribe y la Antonia Eiriz, y las residencias Rockefeller Brothers Foundation y Real Academia de España en Roma. Muchas de las obras de este artista se hallan en colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba y de México y Estados Unidos.
Esta exposición de Yornel Martínez permanecerá en la Servando el resto del mes de agosto. Ojalá que la mayoría de los que acudan al lugar, puedan después acceder a internet para encontrarse con las obras que no están físicamente en la galería. Esto, no obstante, es posible que haga rechistar, molesto, a aquel conocido que se fue sin echarle un vistazo a la maqueta, si tuviera noticia de tan menuda ocurrencia tecnológica.