LA HABANA, Cuba.- Durante el paso del huracán Irma, las aguas que inundaron el famoso barrio de Colón, en el centro de La Habana, no solo sirvieron para hundir aún más en la desesperación a aquellos que perdieron todo o casi todo. Entre los escombros y las suciedades arrastradas por la furia del mar y los vientos, también era posible encontrar pequeños actos de fe encerrados en botellas; mensajes de esperanza que un artista, vecino del lugar, quiso enviar a todos aquellos que sufrían sin otro consuelo que no fuera ese sencillo milagro de hallar una obra de arte entre tanta devastación.
“No podía hacer otra cosa. ¿Qué se puede hacer en una situación en que ves a las personas desesperadas por algo que escapa a su control?”, dice Yulier P., reconocido artista urbano cuyos grafitis ya forman parte de la imagen de una ciudad que padece de otras devastaciones y abandonos.
“Amanecí ese día y vi que mi barrio estaba bajo las aguas. No podía quedarme de brazos cruzados. Escuchaba los lamentos y salí a la calle a intentar ofrecer un poco de consuelo. (…) Reuní varias botellas y, como si fuera un náufrago, pensé en llenarlas con mensajes de esperanza”, afirma quien en varias ocasiones ha sido amenazado con la cárcel por realizar su arte en las calles.
“Nadie podía impedirme que encerrara mis dibujos en una botella. Son solo dibujos que flotan en las aguas para que lleguen a aquellos que lo han perdido todo. Lo que hice con mi acto es brindar un poco de color, de amor, de luz en medio de tanta oscuridad y desastre, de la desesperación de las personas que se enfrentan a la pérdida de cosas materiales pero también de la esperanza. (…) En medio de tanta desgracia quería que las personas encontraran una obra que viene siendo un reclamo de fe no en otra cosa que en ellos mismos”.
“Naufragios”, título de la serie de dibujos realizados para la ocasión, aunque fue una labor espontánea, como reacción al dolor de la gente del barrio, pudiera formar parte de las acciones que Yulier P. denominara “Regalos”, emprendidas desde mediados del año pasado con el desmontaje de las piezas que el artista, actualmente censurado por el Gobierno, expusiera en la galería de la Villa Panamericana.