MADRID, España.- La Glorieta de Manzanillo, símbolo de esa ciudad oriental en la provincia de Granma, se construyó tomando de modelo una estructura del famoso Patio de los Leones en el palacio de La Alhambra, considerada la octava maravilla del mundo, en la ciudad española de Granada.
Su proyectista principal fue el arquitecto e ingeniero civil santiaguero Carlos Segrera Fernández (1880-1922), reconocido como iniciador del progreso urbanístico y arquitectónico de Santiago de Cuba, donde dejó edificaciones relevantes como el Museo Emilio Bacardí Moreau y el Palacio de Gobierno Provincial.
Segrera había vivido en España siendo muy joven con el propósito de estudiar Arquitectura, aunque finalmente obtuvo el título en la Universidad de La Habana. Tuvo fuertes vínculos con Manzanillo por filiación familiar. Dejó su impronta, además, en otras partes del oriente insular como en Bayamo en la restauración de la Parroquial de San Salvador y Capilla de Nuestra Señora de los Dolores, y en la rehabilitación del Ayuntamiento de Las Tunas. Hay versiones de que lo ayudó en la Glorieta su amigo y proyectista granadino José Martín del Castillo, pero aún no han llegado a consenso los investigadores.
La idea primaria de la Glorieta se atribuye al alcalde de Manzanillo Manuel Ramírez León, cuyas iniciales del nombre se aprecian sobre los elementos cúbicos del monumento, pues sugirió que un dinero recaudado para homenajearlo, fuese empleado en una obra perdurable que embelleciera y diera brillo a la ciudad. Contó con la contribución económica del pueblo y de quienes trabajaron en su construcción, que aportaron muchas horas extras. Los materiales fundamentales se importaron de España.
Ubicada en el céntrico parque Carlos Manuel de Céspedes, el principal de la urbe, la Glorieta de Manzanillo, con diferencias notables con su modelo granadino —aquella es cuadrada y esta exagonal, por ejemplo—, la inauguraron en junio de 1924 durante el comienzo de los carnavales, y desde entonces devino sede de la Banda Municipal de Conciertos y de actividades culturales, limitadas en el presente para protegerla.
Bautizada también como “la novia de la ciudad”, fue declarada Monumento Nacional en octubre del 2018, por sus valores arquitectónicos, su singularidad y belleza.