Enfrascado en jugar en el mejor béisbol del mundo, salió de Cuba en noviembre de 2016 y en mayo del año siguiente los Medias Blancas de Chicago oficializaron su contratación.
Tras batear cuanto quiso en Menores, su debut ligamayorista en 2020 generó gran expectativa, y pese a no dejar guarismos impresionantes terminó segundo en la carrera por el Novato del Año y se adueñó de un Guante de Oro.
Su temporada consagratoria llegó en 2023, cuando lo seleccionaron para el Juego de Estrellas, se llevó el Bate de Plata, disparó 38 jonrones y fijó slugging de .542. Poco antes de iniciarse esa temporada, había formado filas en el Team Cuba que intervino en el Clásico Mundial.
Su velocidad, habilidades en el jardín central y poder al bate lo sitúan como parte fundamental del núcleo de los ChiSox.