MADRID, España. – El equipo masculino de voleibol de Cuba mantiene la esperanza de clasificar a los Juegos Olímpicos de París 2024, aunque su situación es bastante compleja y depende de varios factores. La reciente victoria sobre Bulgaria en la Liga de Naciones, este viernes 21 de junio, fue un impulso significativo. Sin embargo, aún necesitan superar a Polonia, uno de los mejores equipos a nivel mundial, este fin de semana y esperar que Serbia caiga en sus dos encuentros restantes.
#Voleibol: #Cuba venció a Bulgaria y sigue pensando en #París2024
— JIT Deporte Cubano (@jit_digital) June 21, 2024
Los caribeños sumaron seis puntos en el ranking mundial para llegar a 251.68 y se acercaron a Serbia (256.50). #DeporteCubano #CubaInspira #volleyball #VNL2024 https://t.co/PNkwD0ASje pic.twitter.com/c1nk8AcZmE
Cuba derrotó a Bulgaria con un marcador contundente de 3-0 (25-18, 25-20 y 25-18), lo que les permitió sumar seis unidades. Jugadores como Marlon Yant y Miguel Ángel López fueron fundamentales para este resultado. Este triunfo ha reducido la diferencia con Serbia en la clasificación mundial, aunque los cubanos todavía enfrentan una desventaja de 8.39 puntos.
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Ganar el juego contra Polonia, este domingo 23 de junio, es imperativo para los cubanos. Sin embargo, también dependen del desempeño de Serbia, que tiene dos partidos restantes: uno contra Eslovenia (23 de junio) y el otro igualmente contra Polonia (22 de junio). Si Serbia logra vencer a los polacos este sábado, sus posibilidades de clasificación aumentarán significativamente, y dejarán a Cuba sin opciones.
Si Serbia gana 3-0, sumará 17.41 puntos, mientras que una victoria por 3-1 les otorgará 14.91 puntos y ganar 3-2 les añadirá 12.41 puntos. Por otro lado, si Serbia pierde 3-0, cederán 2.59 puntos, una derrota por 3-1 les costará 0.09 puntos, y perder 3-2 les resultará en una pérdida de 0.01 puntos.
La derrota del pasado miércoles frente a Serbia, en un partido que hubiera sido prácticamente definitorio para alcanzar el boleto a París, dejó a los cubanos en una posición delicada, aunque matemáticamente aún con posibilidades.