LA HABANA, Cuba. – “Una vez más se pone de manifiesto el interés personal de algunos miembros de nuestra jurisdicción por encima de los intereses de la Institución. Las acciones realizadas el 23 de julio por parte de estos masones intentan fomentar nuevamente un rechazo masivo hacia esta Gran Maestría”, manifestó Mario Urquía Carreño, Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, en un mensaje transmitido a la comunidad masónica firmado el 24 de julio y al que CubaNet tuvo acceso.
De esta manera, Urquía Carreño responde a la concentración de alrededor de dos centenares de masones ocurrida este martes 23 de julio en el edificio de la Gran Logia de Cuba para exigirle que abandonara el cargo.
Los masones reunidos declararon a CubaNet que estaban allí porque Mario Urquía había sido rehabilitado en su cargo por el Ministerio de Justicia (MINJUS) pese a que este había sido previamente expulsado de la Orden por “atentar contra la moral” y por “traición a sus principios”. Por tal motivo, lo desconocen como Gran Maestro y exigen el cese de las intromisiones del Gobierno en sus asuntos internos.
Asimismo, aclararon que su presencia allí sucedía tras agotar todas las vías legales, masónicas y profanas, sin que fueran escuchados.
Pese a que han esperado siete meses por la resolución pacífica de sus conflictos internos, refieren que el elemento que finalmente los motivó a realizar el reclamo fue el Decreto No. 1791 de fecha 19 de julio de 2024, donde Urquía suspende el Tratado de Amistad y Mutuo Reconocimiento entre la Gran Logia de Cuba y el Supremo Consejo. De esta forma, rompe con 200 años de unidad y paz masónica, así como pone a la comunidad masónica a elegir entre uno u otro cuerpo y hace peligrar el reconocimiento internacional de la Orden cubana.
Urquía se ha negado a acatar su expulsión, acacecida en enero del presente año por parte del Supremo Consejo (dirige los grados del 4 al 33), y que los masones exigen debido al Tratado de Amistad y Mutuo Reconocimiento. Según este, si un masón es expulsado en una de estas instancias, la otra parte debe cumplirla igualmente.
La expulsión de Mario Urquía ocurrió tras el supuesto robo de 19.000 dólares en su oficina, en enero de este año. Desde entonces y hasta marzo, cuando le impidieran abrir y presidir la sesión de Alta Cámara a gritos de “fuera traidor y cobarde”, la mayor parte de sus altos funcionarios le renunciaron a los cargos.
Para Urquía, se desconocen “las razones legales masónicas” de no aplicación de tal expulsión y “la decisión adoptada por el órgano rector de las Asociaciones en nuestro país, violentando una vez más uno de nuestros Antiguos Límites que establece que la Masonería respeta la organización civil y política del país en que tiene asiento”.
Aunque reconoció que la concetración fue pacífica, aseguró que “los reclamos realizados dentro de las supuestas leyes masónicas, en nada se realizaron de acuerdo a nuestros preceptos y juramentos”.
Rechazo a la prensa
Desde el comienzo de la protesta, CubaNet estuvo transmitiendo en vivo en el lugar. Allí estuvieron ―previa convocatoria por parte de masones― dos agencias de prensa extranjeras: AFP y NBC.
La cobertura noticiosa se hizo viral y acaparó la atención mediática. Esto, para Urquía, fue “lamentable”.
“Es lamentable cómo se hizo uso de la prensa independiente a través de la Sra. Camila Acosta, quien es de conocimiento general que ha expuesto asuntos internos masónicos a través de redes sociales desde el inicio, la misma que ha atacado a esta Gran Logia de Cuba y a este Gran Maestro con informaciones que un profano no debe dominar”.
Para Urquía, “la mediatización planificada de estas acciones, por aquellos que solo buscan lucrar con la situación masónica actual, vuelve a poner en descrédito a nuestra Gran Logia de Cuba de A.L y A.M en el ámbito nacional e internacional, lo cual trae consigo consecuencias nada favorables” de la Orden.
La mención de Acosta por parte de Urquía coincide con un programa dedicado a la periodista en “El guerrero cubano”, un canal de YouTube dedicado a desinformar sobre sucesos de actualidad cubana y presuntamente maniobrado por la Seguridad del Estado.
Connotación política
Dos días antes de la protesta, Urquía Carreño emitió un comunicado afirmando que la convocatoria tendría el propósito de “arremeter directamente contra Instituciones del gobierno con marcadas posiciones políticas, que para muchos se encuentran disfrazadas de supuestos motivos masónicos”.
En su nuevo comunicado, volvió a hacer referencia a esto y añadió: “Cabe aclarar que fue violentado por parte de algunos el principio de discreción que deben tener nuestras acciones, y no permitir que se expongan nuestros asuntos internos fuera de nuestras logias y mucho menos con interés espurios de otra índole”.
Con esto se refería, además, a la presencia del escritor, masón y exprisionero político cubano Ángel Santiesteban Prats, “quien ha tenido rol protagónico en la campaña de descrédito y la tergiversación de los hechos”.
Santiesteban declaró a CubaNet que es evidente, tanto por el mensaje de Urquía como por las manipulaciones de medios de la Seguridad del Estado, que “lo que ha dolido mucho ha sido que se dé a conocer internacionalmente lo que sucede en la Masonería, que la noticia se hizo viral y recorrió el mundo”.
“Ellos prefieren que sea como antes, en silencio para hacer lo que se les antoja sin que nadie se entere de sus injusticias”, aseveró.
El MINJUS se desentiende
A principios del mes de junio, el MINJUS invalidó la expulsión de Mario Urquía Carreño y, sin más, ordenó su restitución en el cargo. A pocas horas de la manifestación de los masones en la Gran Logia de Cuba este 23 de julio, la institución estatal emitió una nota informativa en la que expuso que había realizado “una exhaustiva evaluación de decisiones que adoptó” el Supremo Consejo y la Gran Logia de Cuba “en temas relacionados con sanciones a integrantes de los cuerpos masónicos y las elecciones de sus directivos realizada en la mencionada Gran Logia de Cuba AL y AM el pasado 24 de marzo de 2024, detectándose irregularidades por incumplimiento de sus estatutos internos”.
De tal forma, “se indicó realizar esos procesos nuevamente en correspondencia a los estatutos y la voluntad de sus integrantes”.
Esto significa que el Supremo Consejo tendría que volver a realizar el proceso mediante el cual dictaminó la expulsión de Mario Urquía, así como que la Alta Cámara de la Gran Logia de Cuba, la misma que, en virtud de esa expulsión, había rechazado la presencia de Urquía y elegido un nuevo Gran Maestro, tendría que repetir las elecciones.
Sin embargo, para el masón Sergio Vidal Águila el problema no es ese sino el pretender invalidar la sanción de expulsión de Urquía Carreño.
Para Santiesteban, “que el MINJUS haya decidido intentar manipular, justificar y mentir la realidad de su intromisión en nuestros asuntos, da una idea de que gracias a la prensa hicimos esa presión o se hubiesen mantenido callados como hasta ahora”.
Y agregó: “Si la masonería tiene que arrodillarse para subsistir, será el final de su credibilidad”.
La contienda de la verdad
Urquía Carreño terminó su mensaje haciendo un llamado a no participar en “conspiraciones” de los “enemigos internos” y a resolver sus “conflictos de manera interna y apegados a las leyes masónicas, no a través de redes sociales o medios de prensa”.
Sin embargo, no explicó el motivo por el cual se negó a abrirle la puerta de su oficina el 23 de julio a los cientos de masones que, amparados en la legalidad masónica, le exigían ser escuchados y su salida del cargo.
Sobre el mensaje de Urquía, Vidal Águila comentó a CubaNet que es muestra de un “profundo irrespeto que siente por lo que alguna vez fue la Institución en la que tuvo membresía. Está siendo coherente con su ambición, con el discurso de los entes estatales que lo respaldan y con los que mediáticamente buscan llevar una lógica que desvirtue la realidad de los hechos, construyendo una realidad paralela, atacando a masones con prestigio ganado fraternalmente”.
Y sentenció: “Esto es una contienda de la verdad contra la mentira, de un masón expulsado bajo toda regla que se siente firme y amparado por un dictamen violatorio, por sobre todo que vulnera la ley cubana, que es la que da validez a ambos cuerpos legales masónicos, pero los masones estamos tomando nuestros postulados y los estamos haciendo firmes para defender nuestra soberanía”.
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