LA HABANA, Cuba- Una de las expresiones culturales que está ganando fuerte presencia dentro de la isla es la Capoeira, un arte-lucha, surgido hace siglos en Brasil, que era practicado por los esclavos como una forma de resistencia a la opresión; también utilizado como estímulo espiritual y un modo de transmitir y preservar su cultura.
Argelio Fernández Richelme –también conocido como Livre-, ingeniero agrónomo de 42 años, ha dedicado 32 al estudio y práctica de las artes marciales. Los últimos 7 años los ha consagrado al aprendizaje, perfeccionamiento, enseñanza y difusión de la Capoeira.
El ingeniero declaró sentirse afortunado de iniciarse en el aprendizaje del Capoeira con el brasilero Emerson de Melo (Milonga) -alumno graduado del grupo Pura Arte, de Brasil- y con Carlos (Vainilla), un importante capoeirista chileno.
Según explica Fernández Richelme, “la Capoeira comenzó a propagarse en Cuba a finales de los años 90. Con la creación de la Escuela de Medicina Latinoamericana (ELAM) muchos estudiantes brasileños crearon grupos de Capoeira, como parte de su cultura recreativa. Hasta entonces, sólo teníamos referencia de esta manifestación cultural a través de alguna telenovela brasileña, que trataba el tema de la esclavitud, en la que se incluían escenas esporádicas donde podía verse la práctica de este arte-lucha”.
Aurelio dice que actualmente, en la capital, existen 5 grupos de Capoeira reconocidos; uno de ellos, el Caimán Capoeira, dirigido por él, que cuenta con dos sedes, una ubicada en las calles Zapata y Basarrate, en el municipio Plaza, y otra en las calles 7ma. y 70, en el municipio Playa, ambas en La Habana.
Sin embargo, hay muchas personas –sobre todo jóvenes- que se están iniciando en solitario, a partir de audiovisuales que podrían obtener con la limitada conectividad a internet en la isla.
-Aunque es importante aclarar –enfatiza Aurelio- que esta modalidad de arte marcial requiere de enseñanza especializada, porque puede resultar muy peligrosa para el practicante cuando no tiene asesoría profesional. Por otra parte, es importante entender que la Capoeira es también una filosofía de vida que promueve valores como el respeto, la responsabilidad, la seguridad y la libertad. Es un arte de práctica colectiva basado en la interacción. Nuestro mayor interés es fomentar la recreación, la salud y la solidaridad humana-, dice.
Por su parte, el joven instructor de 21 años Marlon Torriente Pomares, asegura que toda persona que pretenda incorporarse a los grupos con la intención de usar la Capoeira con fines deshonestos son rechazadas.
-Hay personas que sólo buscan aprender las técnicas de este arte para luego ir por ahí agrediendo y abusando de los débiles. Eso es inadmisible; no lo permitimos. Por eso –explica Torriente Pomares-, lo primero que hacemos es entrevistarnos con los interesados para conocer sus verdaderas intenciones. Los visitamos en sus casas para ver cómo son sus relaciones familiares y nos interesamos por obtener toda la información, que pueda revelarnos la verdadera identidad de los futuros aprendices.
Lázaro Dariel Vaillánt Ocanto (Gíbaro), también instructor, de 22 años, que trabaja como restaurador, ofreció algunos detalles sobre los instrumentos musicales que usan.
-El instrumento principal –afirma Gíbaro- es el berimbau. Consiste en una vara de madera flexible con la que se hace un arco que luego se tensa con una cuerda de acero (generalmente se obtiene de los neumáticos de autos, porque es de acero muy resistente), y en un extremo se agrega una cabasa, que sirve como resonador.
Con gran dominio del tema, Vaillánt Ocanto aclaró que existen tres tipos de Berimbau, que son usados en la roda de capoeira para marcar el ritmo y el estilo del juego, de acuerdo con su sonido —que depende, a su vez, de la tensión del arco y el tamaño y forma de la cabasa.
El joven capoeirista explicó que está el gunga, el de sonido más grave, que es el que dirige la roda (rueda), mientras el meio (medio) hace el toque contrario al del gunga, y el viola (agudo) improvisa para avivar la música; además, otros de los instrumentos usados para animar la roda de Capoeira son el Pandeiro, el Reco-Reco, el Agogó, y el Atabaque.
Pero todos los capoeiristas entrevistados afirmaron que los instrumentos que no pueden faltar en cualquier roda de capoeira son el espíritu fraternal, las emociones, el corazón y los deseos sanos de disfrutar del magnífico espectáculo que ofrece ese momento de contagiosa hermandad.
En medio de sus limitaciones y grandes carencias, la sociedad cubana se sigue diversificando, en su afán por encontrar espacios de crecimiento que le permita una proyección más universal de su derecho a expresarse libremente.