LA HABANA, Cuba. – La repentina caída del dólar en el mercado informal de divisas cubano pudiera no haber sido un hecho ni tan casual ni tan imprevisible como algunos creen. Ha sucedido precisamente en mayo, un mes que ha llegado cargado más de buenas que de malas noticias para ese “sector privado” que hace pocos días fue beneficiado por el Gobierno de Joe Biden con varias licencias que, entre otros asuntos relacionados con las finanzas y el internet, le facilitan una serie de operaciones bancarias y comerciales.
Este mayo también es el mes en el que se cumplieron exactamente dos años desde que Estados Unidos emitiera la primera licencia que autorizaba la inversión de una empresa estadounidense en una mipyme cubana, aunque el régimen de La Habana no emitió la regulación que pudiera hacerla efectiva, probablemente porque el beneficiario en Cuba, apenas el dueño de un desconocido negocio, no guarda ningún tipo de relación con la cúpula en el poder y por tanto no es de su interés, como sí lo son el pequeñísimo grupo de empresas “privadas” que hasta finales de 2023 había realizado compras en Estados Unidos por el valor de cerca de 27 millones de dólares (incluidos 8 millones en vehículos de diverso tipo).
De estas últimas “privilegiadas”, sobre todo por la eficiente articulación de su “propia” logística con la de varias empresas estatales —incluidos la Zona Especial de Mariel, los almacenes de Berroa, frigoríficos, aeropuertos y hasta polígonos pertenecientes a las Fuerzas Armadas—, existen varias cuyos “dueños” se parecen demasiado a testaferros de individuos estrechamente vinculados al régimen cubano, sin embargo, la nula información pública respecto a cómo y con qué capital se crearon estos negocios no permite afirmar con total certeza que se trate de prestanombres o de entidades manejadas desde las sombras por el poder, y que se camuflan en su carácter “privado” para evadir las restricciones del embargo, beneficiándose del aparente escaso conocimiento demostrado por el actual gobierno norteamericano sobre cómo funciona en realidad buena parte del llamado “sector privado” en Cuba.
Entre estos “emprendedores de interés” (que a la vez son los más exitosos, en tanto dominan las importaciones, la distribución, la comercialización mayorista y hasta los servicios de entrega a domicilio con pagos desde Estados Unidos) abundan desde los que han sido antiguos dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas y del propio Partido Comunista, exfuncionarios del MINREX y de otros ministerios, exdirectivos de empresas estatales y hasta hijos de militares o altos funcionarios del régimen, algunos de los cuales en las últimas semanas han protagonizado o formado parte de la feroz campaña en redes sociales, inicialmente para sembrar la idea de que la inflación (y no el propio régimen) es la causante del desastre económico actual (no al revés) y, posteriormente, que bajar la tasa del dólar en el mercado informal puede hacerse desde una campaña, y esta resolvería de inmediato el problema de los altos precios al devolverle su anterior valor a la moneda nacional, así como a los salarios y pensiones.
Sin dudas, una campaña engañosa a la vista de quienes conocen no solo los principios y leyes de la economía sino además el verdadero origen sistémico de la crisis cubana pero, igualmente, una campaña atractiva no solo para quienes están desesperados viendo que sus ingresos no alcanzan para vivir decorosamente, para los que claman por un milagro frente al desastre ocasionado por la llamada “Tarea Ordenamiento”, sino también para quienes desean emigrar urgentemente y no han podido porque el alto precio del dólar —una moneda necesaria para los que emprenden la fuga— no les permite adquirir la cantidad suficiente para hacerlo.
Se trata, por tanto, de una campaña para la que es muy fácil conseguir adhesiones dentro de Cuba, en tanto no revela ni su verdadero trasfondo (obtener mediante el pánico inducido en los vendedores de divisas la mayor cantidad de dólares a precios muy bajos no solo para amortiguar las pérdidas sino para terminar luego dominando el mercado cambiario informal), ni tampoco quiénes son en verdad sus principales promotores, destacándose entre todos ellos el señor Arturo Aliaga Iglesias, hijo de Arturo Aliaga Céspedes, actual jefe del Departamento Jurídico de la Dirección Nacional de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
“King Arthur”, el “Bony de Cuba” y el otro Arturo (el de la ANAP)
Pudo ser coincidencia pero fue este 17 de mayo, cuando precisamente la ANAP celebraba otro aniversario de fundada, que el dólar registró su primer descenso en el mercado informal luego de cuatro meses de ascenso vertiginoso.
Pareciera que ambos eventos no guardan relación, pero ambos estuvieron protagonizados por dos hombres de una misma familia, de una misma sangre, ambos nombrados “Arturo” y ambos, desde sus “negocios”, muy interesados en prestar cualquier servicio al régimen, de la índole que fuese (aunque si tal “sacrificio” se revirtiera en beneficio propio, aún mejor), según se puede apreciar en sus cuentas de Facebook donde el más joven, al parecer intentando ocultar su verdadera identidad, también se presenta con su alter ego de “Bony de Cuba”, “Bony merca”.
Según pudo confirmar CubaNet estos perfiles, aunque son manejados principalmente por Arturo, también utilizan imágenes de una segunda persona con el rostro tapado que se presenta bajo el mismo alias, incluso en conversatorios del sector privado con el fin de encubrir a Artiaga Iglesias. Por ello puede verse que en ocasiones el “Boni” tiene la piel blanca; mientras que en otra es más oscura (como la de Arturo). Sin embargo, los negocios que promociona el “Boni” pertenecen al hijo del jurídico de la ANAP y su pareja-
Artiaga Iglesias, de modo público, también trabaja como administrador de varias páginas dedicadas a la promoción de sus disímiles “negocios” y al gremio de aquellas mipymes cubanas más vinculadas a la dictadura.
Como a modo de “regalo a papá, el dirigente campesino”, por parte del joven Arturo Aliaga Iglesias, la campaña en redes sociales inició desde mucho antes del 17 de mayo, pero comenzó a mostrar sus efectos ese mismo día de modo “inexplicable”, aunque no para el “Bony de Cuba”, al parecer muy consciente de lo que estaba ocurriendo. Tal como había prometido a los seguidores en sus grupos y perfiles en redes sociales, se trataba apenas del comienzo de una batalla que él mismo había ayudado a orquestar y de cuyos resultados favorables no dudaba.
De acuerdo con testimonios de personas dentro de su círculo de amigos, consultadas por CubaNet, Arturo Aliaga Iglesias conversó la víspera en varias ocasiones sobre el tema y de cómo desde “arriba” estaban preparando un golpe que “iba a poner al dólar en el piso”.
“Decía que estuviéramos preparados porque el dólar iba para abajo antes de junio”, asegura una fuente bajo condición de anonimato. “Que había que salir rápido a coger todo el dólar que la gente iba a soltar como papa caliente, estaba muy seguro. [Arturo] siempre tiene un montón de gente [que trabaja] comprándole dólares en la calle todo el tiempo pero unas semanas antes [del 17 de mayo] dijo que no iba a comprar más, y que [nos aconsejaba] que hiciéramos lo mismo (…). Hasta los otros días él no estaba cogiendo ni un dólar, [porque] decía que iba a seguir bajando, y mira, tenía razón”, asegura una de las fuentes bajo condición de anonimato.
La “pelea” del Bony, en la que incluso alardea de poder sostenerla por rounds (de los cuales este episodio de la caída abrupta sería apenas el primero), se ha concentrado —de acuerdo con sus propias declaraciones reflejadas en numerosas publicaciones en Facebook— en básicamente confundir el algoritmo de El Toque con una fuerte y sostenida campaña de publicaciones y, así, “darle a probar de su propia medicina”.
El propio “Bony de Cuba” —en conversación vía internet con CubaNet— aunque se atribuyó todo el mérito de la campaña y negó cualquier complicidad con el régimen cubano (a pesar de que en su perfil, por ejemplo, usa como fecha de nacimiento el “1ro. de enero de 1959”), dijo sobre la vulneración del algoritmo de El Toque:
“Estudié paciente todo el fenómeno por un tiempo hasta que tuve claro el plan, solo era esperar la señal de inicio del mercado y llegó. Realmente solo se necesitaba una figura influyente [se refiere a él mismo] para detonar (…). Después las mipymes de varias provincias se me unieron para dejar de comprar el dólar caro, luego la población”.
En sincronía con el discurso del régimen, Arturo Aliaga identifica al medio de prensa independiente como uno de los principales responsables de la devaluación del peso frente a la moneda estadounidense. En tal sentido, la meta de quien gusta de hacerse llamar “King Arthur” entre los amigos más cercanos, sería llevar la tasa de cambio lo más pegada a la tasa oficial (120 CUP por dólar), aunque esto es lo que escribe en las publicaciones quizás apenas con el objetivo de ganar seguidores en una campaña que hasta ahora solo ha traído beneficios a los dueños de las mipymes en tanto los precios de las mercancías en los comercios minoristas se mantienen tal como estaban de altos antes del 17 de mayo.
El propio “Bony de Cuba”, en respuesta a nuestras preguntas, se refirió a “las ventas [de su negocio] en el piso” como causa principal que condujo a promover la campaña.
Los “negocios” de los dos Arturos
“El dólar está bajando y la comida ni se entera”, “el de la mipyme se hace más rico comprando dólares baratos”, son los comentarios que más abundan entre quienes comienzan a percatarse de los verdaderos objetivos de una campaña en redes sociales que, no por coincidencia, tuvo su origen en páginas y grupos relacionados con las mipymes pero, en especial, con aquellas administradas por el círculo de amigos de Arturo Aliaga Iglesias, que a su vez coincide con el que, liderado por Alfonso Larrea Barroso —un exagente de la contrainteligencia del régimen, devenido en emprendedor “privado”— se reúne todos los viernes a las 5:00 de la tarde en el bar 2.45, en La Habana, cuyo dueño es el exdeportista Javier Sotomayor.
De hecho, Alfonso Larrea ha sido, en las redes, otro de los más activos en la campaña actual aunque no al punto de atribuirse ese papel protagónico que no solo por alarde sino por probable certeza de lo ocurrido se ha atribuido el propio “Bony de Cuba”. Incluso este lo ha hecho de modo discreto en su perfil de Facebook más privado, que es donde único no suele ocultar el rostro, tal como se puede comprobar en las imágenes que, desde otros perfiles más “corporativos”, comparte testimonios de las reuniones y conferencias que imparte ya en el restaurante La Divina Pastora o en el Hotel Grand Aston La Habana, a las que también asiste su padre Arturo Aliaga Céspedes, el alto funcionario de la ANAP.
En marzo de 2024, tanto en La Divina Pastora como en el Hotel Grand Aston, el “Bony” impartió una serie de conferencias titulada “El secreto de las ventas mayoristas”, apoyado en su experiencia como uno de los principales compradores y distribuidores de alimentos e insumos agrícolas del “sector privado” en Cuba, a través de varias empresas entre las que sobresalen Asere Producciones Internacionales (1), Mayorca S.R.L. (2), Emprotex S.R.L. (con pabellón propio en la feria FIAGROP 2024, del Ministerio de la Agricultura) (3), además de otras como Shop Queen Habana y Productos Mayoristas (4), asociadas a su esposa Yissel Gutiérrez, una informática y exempleada de la Empresa de Telecomunicaciones (ETECSA) de Cuba.
Aunque ha insistido en que Arturo Aliaga y el “Bony” son dos sujetos distintos, hasta cierto punto sin vínculos estrechos, ciertos detalles, incluidos los nombres de las empresas que administran, lo desmienten. Por ejemplo, en el cartel de promoción de las conferencias se puede apreciar el logo de su empresa Mayorca junto a su teléfono de contacto. En el perfil de Facebook donde aparece como Arturo Aliaga Iglesias se reconoce como “presidente” de Mayorca, e igual hay varias publicaciones promocionando tanto su emprendimiento como las visitas al Grand Aston y La Divina Pastora, donde tienen lugar las reuniones y conferencias, a las que además asiste Carlos Julio Gámez Viamonte, otro “mipymero” entre los más activos en la campaña y vinculado a varias empresas manejadas por el “Bony”, entre ellas la propia Mayorca y Asere Producciones, de origen mexicano pero conectada con el Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL), según consta en las únicas dos operaciones reflejadas en los registros mercantiles.
Pero ¿cómo consiguen los dos Arturos, padre e hijo, que sus actividades de negocios, nada “oficiales”, no solo sean acogidas en un hotel del régimen (específicamente de GAESA) como el Grand Aston, donde ya son presencia habitual, sino que aparezcan en la programación de los salones principales al igual que otras reuniones de instituciones del Gobierno como el MINREX, el MINTUR o el MINCEX, que son quienes más usan esa instalación casi recién inaugurada? ¿Por qué siempre oculta el rostro en las fotos si no es para evitar ser identificado como el hijo de quien es y lo que, por tanto, explicaría por qué dispone de grandes almacenes, inventarios y frigoríficos estatales, y hasta de contratos como proveedor de cárnicos y productos agrícolas para (y de) entidades estatales?
Arturo Aliaga Iglesias o “Bony de Cuba” dice tener una “maestría en Gestión de Inversiones en Administración de Empresas Privadas”. Pero varias fuentes consultadas por CubaNet señalan que comenzó en el ruedo de las mipymes a mediados de 2021 después de abandonar su empleo en la Aduana del Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana y en apenas tres años ya se ha colocado a la cabeza de la venta de contenedores de pollo y de otros alimentos en toda la Isla, una posición donde apenas tiene competidores debido a la logística necesaria para manejar tal volumen de mercancías y, lo más importante, con la seguridad de hacerlo sin ningún tipo de obstáculo, lo que lleva a sospechar de si se trata de un negocio propio o de alguien más.
Arturo Aliaga Céspedes, el padre de el “Bony de Cuba”, acompaña a este como “la raíz de la experiencia” en todos los encuentros de negocios (según lo que escribe el hijo en una publicación) y conferencias.
Con décadas de trabajo en la ANAP, donde comenzó como asesor jurídico en los años 90 (junto con el padre de la actriz Ana de Armas, a la que dice haber conocido de muy niña en las oficinas de la ANAP), hoy se cuenta entre los principales directivos de una organización entre las más vinculadas al régimen, a pesar de fingir ser una ONG. Tanto es así que su estructura de dirección es decidida en el Pleno del Comité Central del Partido Comunista, tal como sucede con las otras organizaciones supuestamente “no gubernamentales”, como los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) y la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Por tanto, “dirigir” a tan alto nivel en la ANAP (la ONG que no es, sino que finge serlo) durante tantas décadas, habiendo sobrevivido a tantos nombramientos y destituciones, supone ciertas cualidades como simulador, así como la aprobación de su ejercicio en las instancias de gobierno. En tal sentido, Arturo Aliaga Céspedes es un candidato perfecto para dirigir y a la vez fingir ser ajeno a los negocios de su hijo, porque evidentemente desde su posición en el régimen, con las conexiones que ha realizado en sus años de servicio a la dictadura, ha sido una pieza clave para que el “Junior” se mantenga donde está, ya sea en su misión de “mipymero”, de empresario exitoso, como en esta reciente de abanderado en la campaña por bajar el dólar y de la cual asegura que terminará en victoria.
“¿Victoria para quiénes si está bajando el dólar pero no los precios de los alimentos?”, se preguntan algunos en las redes sociales. Pues al parecer se tratará de una victoria rotunda para los mismos “emprendedores” que la OFAC ha beneficiado al poner los bancos estadounidenses a su disposición, el mismo mes del nuevo viaje de Miguel Díaz-Canel a Moscú y de la zafra del dólar barato cosechado por los astutos de las mipymes, que pudieran ser los mismos del Comité Central.
Notas al pie:
1: Asere Producciones Internacionales SA de CV aparece registrada en la Zona Especial de Mariel como empresa cubano-mexicana, sin embargo como tal no existe. Fue creada a finales de 2023 por ALIMPEX, entidad del Ministerio de la Industria Alimentaria (MINAL) solo para la importación de dos contenedores de carne de cerdo deshuesada —según consta en varios registros mercantiles— con destino a la venta mayorista para mipymes y algunas otras empresas estatales que pudieran realizar pagos en divisas. Su distribución en Cuba se realizó a través de Mayorca S.R.L., empresa registrada a nombre de Arturo Aliaga Iglesias. Asere Producciones no ha vuelto a tener otra actividad desde enero de 2024 cuando importó el segundo y último contenedor. El primero fue importado en diciembre de 2023.
2: Mayorca S.R.L. es la única empresa propiamente registrada a nombre de Arturo Aliaga Iglesias, con aprobación del 18 de noviembre de 2022 como “pequeña empresa” y con el objeto de “elaboración de productos cárnicos y sus derivados”, no obstante, hasta el momento solo ha realizado servicios de importación y distribución mayorista.
3: Emprotex S.R.L. fue registrada como pequeña empresa privada el 22 de julio de 2022, y está vinculada a Yissel Gutiérrez, esposa de Arturo Aliaga Iglesias.
4: Shop Queen Habana y Productos Mayoristas, son empresas con licencias de TCP (trabajadores por cuenta propia), pero aún en fase de registro como micro y pequeña empresas, respectivamente, a nombre de Yissel Gutiérrez. Productos Mayoristas funciona actualmente como parte de Mayorca S.R.L.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.