CIUDAD JUÁREZ, México. – La llamada de su padre, un taxista en La Habana parado por la crisis del petróleo, le inquietó:
– Hijo, hay que tener cuidado con los presidentes… No vaya a ser que quieran sacar una nueva ley y regresarlos a todos ustedes.
Poco antes había escuchado las declaraciones del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) elogiando las relaciones entre los dos países y calificando de “muy importante” la visita de este jueves a la Ciudad de México del mandatario del régimen cubano Miguel Díaz-Canel.
En Ciudad Juárez, a veinticuatro horas en vehículo y a casi tres horas en avión de la capital de México, donde fue la reunión, la preocupación del migrante cubano René Chacón aumentaba. Lo mismo que sus compañeros de la casa en la que vive.
En esta ciudad fronteriza con El Paso, Texas, se concentra la mayor población de migrantes cubanos en México, unos 10 mil isleños que están esperando su proceso de asilo político de Estados Unidos.
“Estoy preocupado porque sabrá Dios lo que van a tramar esos dos que se llevan tan bien, seguro que bueno no es para todos los migrantes que estamos aquí… pero vamos a ver cómo salen las cosas con ellos”, afirma Chacón, de 31 años, que salió de Cuba hacia Guayana hace diez meses, cruzando doce países hasta llegar hace cinco a México.
“Yo me pasé 45 días preso en Tapachula, en Siglo XXI (estación migratoria), y el maltrato hacia todos fue brutal”, dice este cubano que fue retornado a México tras cruzar a Estados Unidos para solicitar el asilo político y que está bajo el protocolo del MPP, acordado por el presidente Trump con el de México.
La inquietud aumentó al saber que Díaz-Canel se reuniría también con la máxima autoridad del Instituto Nacional de Migración de México, Francisco Garduño, el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard y la titular de Energía Roció Nahle.
El mandatario cubano acudió a México con Ernesto Soberón, director general de Asuntos Consulares y Cubanos Residentes en el Exterior, además de su canciller Bruno Rodríguez y los ministros de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, y de Energía y Minas, Raúl Garcia.
Las excelentes relaciones del actual gobierno de México con Cuba han propiciado la deportación de migrantes cubanos a la isla, que se han multiplicado con el presidente López Obrador.
Las cifras de deportados a Cuba por México no se conocen a ciencia cierta. CubaNet solicitó al Instituto Nacional de Migración las actuales cifras de deportación de cubanos, pero fueron más bajas que las ofrecidas anteriormente, sin que las autoridades pudieran explicar la disparidad en los datos.
Si a finales de julio la cifra de deportados cubanos ofrecida fue de 933, del mes de enero al 14 de junio, ahora la cifra que se dio, de enero a agosto del 2019, fue menor, de 768 a pesar de que han transcurrido cuatro meses más, siendo la del año anterior de 179.
Cuba no se ha pronunciado por las situaciones al límite que están viviendo muchos cubanos en México, en su camino hacia la solicitud de asilo político en Estados Unidos. Muchos son víctimas no sólo de la delincuencia común que ha encontrado en ellos un codiciado botín, sino también son presas del crimen organizado y de las fuerzas de seguridad mexicanas, convertidas en fuerzas de la inseguridad cuando los extorsionan a cambio de no detenerlos.
“Todos los presidentes cuando viajan al exterior se preocupan por su gente, menos el presidente de Cuba, porque a esos presidentes los eligen libremente sus gentes“, señaló un isleño que prefirió mantener su anonimato.
En esta ciudad fronteriza con Estados Unidos, el joven Ismael Escalona resume el sentimiento de muchos de los migrantes que no se atreven a hablar públicamente.
“Que se quede en la isla, que es allí donde tiene que solucionar los problemas. Creo que la visita nos perjudica un poco, como que estamos un poco asustados. Venimos huyendo de un país castrista, no estamos de acuerdo con el gobierno, no sabemos en verdad qué es lo que nos espera después que él se vaya”.
Para conocer muchas de las reacciones de migrantes cubanos que se encuentran varados en México ante la visita de Díaz-Canel, hay que hacerlo bajo el anonimato. Temen represalias a sus familias en Cuba:
“De bueno, nada, es para aumentar las deportaciones, ni saliendo de Cuba acabamos de salir de este señor”.
“No más comunismo. Viva Cuba Libre, abajo la dictadura. Por su culpa estamos pasando por estas cosas terribles”.
“Este vino a hacer negocio con nosotros, porque eso somos, el negocio, su gente a cambio de petróleo”.
Del encuentro que tuvieron el presidente López Obrador y Díaz-Canel, al momento de redactar esta nota se desconocen detalles. Sólo lo que el presidente mexicano adelantó horas antes, en su conferencia de prensa matutina, sobre los temas a tratar: la cooperación al desarrollo en salud, educación y deporte. Un presidente que subrayó que iba a “refrendar ese compromiso y esa condición de política exterior de respeto al pueblo cubano, a su independencia y a su derecho a la autodeterminación”, sin que se profundizara en el significado de sus palabras.
Y el cubano Alden Ruiz, que espera su turno para cruzar ordenadamente hacia Estados Unidos, se espantó:
“México, no acepten el comunismo, es una plaga malévola. Abajo los comunistas, no sigan regando más mierda por Latinoamérica”.
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