LA HABANA, Cuba. – A poco más de año y medio de inaugurado el servicio en la capital, los conductores contratados para Taxis en Ruta viven una realidad semejante a la de sus homólogos autónomos. Cada jornada al volante significa un nuevo desafío para sobre cumplir con la recaudación diaria y conservar el empleo.
Las reglas internas de cada ruta, la ausencia de baños en las piqueras, de almuerzo o de transporte para retornar a casa a altas horas de la noche, tras terminar y “cuadrar” el cierre en las bases el turno, son algunas de las adversidades más triviales que deben sortear los taxistas.
Taxis en Ruta es un proyecto que funciona, en gran medida, gracias a la recuperación de autos que se encontraban de baja o a punto de salir de “circulación”, vendidos por el Ministerio del Turismo (MINTUR) a la empresa CUBATAXI.
Para lograr la expansión del servicio por la capital, que ya abarca 23 rutas, el Ministerio del Transporte (MITRANS) necesitó extraer una brigada de autos y conductores de cada una de las restantes 14 provincias del país.
Hacia el interior de la Isla, Salud es uno de los sectores más afectados por el desvío de los medios de transporte a la principal urbe del país, pues con un parque de poco más de 6 mil autos, CUBATAXI es la empresa que cubre el transporte de importantes servicios médicos como el traslado de pacientes de hemodiálisis.
“La Habana es una olla de presión, por eso la priorizan, sacaron carros de todas partes para mandar para acá”, comentó a CubaNet uno de los choferes de Taxis en Ruta.
“Sin la gente de provincia esto no fuera posible, para citarte par de rutas, la 17 y la 21 fueron abiertas con carros de Mayabeque y Holguín. Este mismo viene de Guardalavaca”, decía.
En la base 133, ubicada en el municipio de Boyeros, un grupo de taxistas accedió a conversar sobre el funcionamiento del servicio y las vicisitudes que los choferes deben soportar para conservar el empleo. Por temor a quedar expuestos a posibles represalias, los taxistas solicitaron a este medio cambiar sus identidades por pseudónimos.
Mario, uno de los tantos cuarentones movilizados por Mayabeque explica que la devaluación en el mercado negro del valor de las plazas de Taxis en Ruta, de 5 mil CUC a 3 mil CUC en menos de tres meses, quizás viene a ser el medidor más elocuente de las grietas del servicio y las problemáticas que ello plantea para los choferes empleados.
“Antes la gente se mataba por entrar, se pensaba que se podía ganar más de 500 pesos diarios. Nadie llegaba por la bolsa de empleo, había que pagar los 5 mil ‘fulas’ -CUC-, pero esto deja más pérdidas que ganancias”, comenta Mario.
Desde la seguridad que siente sólo puede ofrecerle el interior de su taxi, Mario ilustra que los conductores de Taxis en Ruta perciben 340 pesos de salario básico más el 20 por ciento de las recaudaciones, como estímulo, lo cual eleva el cobro a unos 3 mil pesos mensuales.
En días “buenos” la recaudación puede dejar entre 50 y 80 pesos de más, pero si no queda excedente o se incumple con la tarifa diaria, tienen que poner de su bolsillo el faltante del plan más 20 pesos como impuesto no escrito para “mojar” a los trabajadores que en los extremos de las líneas llevan el control de los recorridos.
Mes tras mes tiene que desembolsar una buena parte del salario para asegurar que su taxi funcione.
“De piezas para reparaciones y mecánicos, cuando se acaba el mes debes la mitad del cobro”, comentó Mario, quien alega que para armar su taxi tuvo que buscar las piezas en el mercado negro y pagar 180 CUC por la junta homocinética, 270 CUC por el conmutador y 80 CUC por cada rodamiento.
“Cuando estás en el taller, roto, solo se cobra el salario. En el taller no hay piezas de repuesto y los carros se montan en burros por meses, pero esta gente sabe que tú lo vas a arreglar para no morirte de hambre”, acotó.
Entre los conductores de la capital, Alberto, abundó que contradictoriamente tienen prohibido acceder a las instalaciones de la base en horario de trabajo, justo cuando supuestamente deben funcionar los servicios de fregado y engrasado.
La falta de higiene en el vehículo es una de las causas por la que habitualmente los inspectores multan a los choferes de Taxis en Ruta.
“Fregar con un particular sale de 2 a 3 CUC, y tienes que hacerlo para que luego no te multen en la carretera. Somos un servicio público por lo el carro tiene que estar presentable”, refirió Alberto. “De los trabajos de chapistería se encarga otro particular, ese sí que nos saca el quilo”.
Julián, de Camagüey, relata que abandonar su familia para no perder el trabajo ha sido “el peor abuso” sufrido en su vida. Para mayor castigo tiene que, además, pagar cien pesos mensuales de alojamiento en un albergue donde las camas son malas, no hay ventiladores y por escasez necesita almacenar agua de un día para otro en cubos.
Aún más, venir de lejos lo coloca en desventaja con los taxistas capitalinos, respecto a la posibilidad de trabajar en una línea con buen flujo de viajeros.
Según Julián, para los movilizados recaudar lo establecido es un dolor de cabeza. Como si se tratara de un proceso de iniciación, son ubicados “en rutas malas” junto a los taxistas que recién ingresan de la bolsa laboral. La única ventaja, afirma, es que a ellos les permiten parquear los autos en los albergues.
“Ahí aprovechamos y antes de parquear damos un par de vueltas para nosotros. Es un riesgo, pero necesito un extra para pagar el albergue, la alimentación y los gastos del carro. Y atrás dejé una familia que tengo que seguir manteniendo”, dijo.
Otro de los conductores de la capital informó que, durante el primer trimestre de 2019, CUBATAXI implementará la modalidad de arrendamiento de autos que ya utilizan Agencia de Taxis y Taxi Cuba.
El cambio, y de manera similar a las medidas aplicadas a los boteros, obliga a los taxistas a abrir una cuenta bancaria equivalente a 500 CUC para asegurar el pago del arrendamiento del vehículo, cuyo monto se ha dicho que será de 700 pesos diarios.
Asimismo, los taxistas comenzarán a pagar el combustible consumido mediante la adquisición de una de las tarjetas que emite FINCIMEX para el sector privado.
En caso de incumplimiento con alguno de los nuevos pagos que deberán realizar, explicó, el banco descuenta el monto requerido de la cuenta que en caso de quedar vacía tiene que ser repuesta ante de las 72 horas.
“Si no pones el dinero te multan y te dan un nuevo plazo para depositar. La cuenta no se hereda en caso de muerte, que en esta profesión puede pasar en cualquier momento, y la piden en CUC para luego descontarte en pesos y tumbarte un peso por fula en el cambio. No es fácil, nosotros sangramos por la misma herida que los boteros”, comentó el chofer de Taxis en Ruta.