MIAMI, Estados Unidos. – El municipio de Gibara, perteneciente a la provincia de Holguín, fue hace pocos días escenario de un descubrimiento paleontológico que tiene como protagonista a una tortuga terrestre gigante, ya extinta. Un equipo de paleontólogos logró descubrir los restos fósiles durante unas excavaciones orientadas a investigar la fauna prehistórica del lugar.
De acuerdo con el periódico oficial Ahora, la excavación, llevada a cabo por el equipo “El Explorador Paleontológico” y liderada por los científicos Luis Mariano Rodríguez, Frank Cuesta Rodríguez y Orlando Sánchez Tamayo, tuvo lugar en la cueva La Campana, a un kilómetro de la ciudad. El hallazgo incluye varios ejemplares del caparazón de la tortuga, tanto de su parte superior como de la plana inferior.
“La falta de la placa cervical marginal del caparazón fue la pista crucial que nos condujo a la identificación de este extinto taxón”, explicó Luis Mariano Rodríguez, miembro destacado de la Sociedad Espeleológica de Cuba.
Este descubrimiento representa una valiosa contribución a la paleontología al ampliar el rango de distribución conocido para esta especie en el territorio cubano y enriquecer el entendimiento de la antigua fauna de la región oriental de Cuba.
La prensa local informa que esta tortuga, a menudo referida como Galápagos, es una especie extinta y endémica de Cuba, cuyo nombre científico es Quelonoides Cubensis Leidy. Su tamaño es comparable al de las tortugas actuales de las Islas Galápagos, y se cree que tenía una dieta herbívora similar a la de los perezosos cubanos.
Se piensa que este quelonio vivió en Cuba durante el período Pleistoceno, hace unos dos millones de años. La llegada de sus ancestros a Cuba sigue siendo objeto de debate, con teorías que apuntan a la existencia de puentes terrestres, flotación en balsas o natación entre islas. En lugares como Bahamas se ha demostrado que la extinción de especies similares coincidió con la llegada de los primeros humanos.