SAN LUIS POTOSÍ, México.- Aunque los inicios de la carrera de Leonardo Santiesteban se remontan a los años 80 en su natal Holguín, uno de los momentos decisivos que lo lanzaría a la popularidad llegó con el dueto Los Drakus.
Habiéndose probado en el Festival Aquelarre, los años siguientes fueron forjando una carrera sólida que tendría su concreción a inicios de los 2000 con su participación en el popular programa Y tú, ¿de qué te ríes?
Su primer personaje reconocido fue Pepitín, un niño pícaro que comete maldades.
Leonardo, entonces Pepitín, fue desarrollando una carrera independiente que lo lanzó al estrellato.
Posteriormente aparecería Maraca, un anciano que figuraba en Deja que yo te cuente y que sería, quizás, la más popular de sus creaciones.
“En lo personal, es un reto que un personaje no se me parezca en nada al otro. Soy muy cuidadoso con eso, aunque de alguna manera pueda aparecer algún que otro rasgo común en tanto soy el mismo actor. No obstante, me siento muy satisfecho cuando me dicen que uno no se parece al otro; de ahí nace la idea de hacer primero el niño (Pepitín) y luego, Maraca, para que se pueda distinguir la distancia entre uno y otro”, dijo en una entrevista para la Televisión Cubana hace unos años.
Pepitín, Maraca y Koqui –otro personaje al que dio vida–, se fueron con Santiesteban a finales de 2022 a Estados Unidos.
Allí fue “fichado” por Univista TV, donde ha interpretado a Raúl Castro en la serie Los hijos de Putin, donde el viejo dictador cubano suele retirarse con la frase: “Te dejo, que estoy apurao”.
También se sumó a la grabación de un programa humorístico, La Habana en Hialeah, en el que intervienen también Gelliset Valdés, Irela Bravo, Omar Franco y Yasbell Rodríguez, entre otros.
Entrevistado recientemente para el programa La casa de Maka, dirigido por María Karla Rivero, Santiesteban comentó sobre su vida en Miami y la difícil distancia de su pareja, quien quedó en Cuba hasta que pudo salir más de un año después de la partida del comediante.
Camila Aquino, según contó a Rivero, realizó una complicada travesía hasta Estados Unidos luego de haber llegado a Nicaragua.
En México, viajó en el camarote de un autobús, hacinada, debajo de las maletas, para que los retenes no la vieran.
En el país azteca, refirió Santiesteban, estuvo más de cuatro meses esperando por una cita de asilo político por la aplicación CBP One.
“Sin dormir. No dormía ella y yo no dormía tampoco”, dijo el humorista sobre la estancia de su pareja en México.
Esa fue también la suerte de su hijo, que llegó atravesando fronteras.
“Y vienen muchos niños, pequeños, mujeres embarazadas, ancianos. Y seguirán llegando. Porque todos los días son más los que llegan. Por una vía o por la otra, cierran por aquí, pero se cuelan por allá”, dijo Santiesteban.
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