¡En Cuba sí hay
desaparecidos!
Alina Gonzalo, Cuba-Verdad
CIENFUEGOS, octubre - José Ramón Gonzalo emigró en 1913
desde Asturias, España, hacia el poblado de Aguada de Pasajeros donde
contrajo matrimonio con Manuela García Rubio y ambos formaron una familia
de quince hijos.
Ellos se dedicaron a labores agrícolas. Eran hombres sencillos y
anticomunistas. Fundaron tres fincas: La Josefita. El Desprecio y Caoba.
Los asturianos, nombrados así dado el origen de su padre, comenzaron
en 1960 a manifestarse contra el régimen de Fidel Castro y sus acciones
anti pueblo. Así comenzó el hostigamiento y enjuiciamiento de
algunos de los integrantes de esta familia.
En la mañana del 8 de marzo del 63 se sinti'o un tiroteo por todo el
caserío donde vivían mujeres y niños. Alguien de la familia
se preocupó por el anciano de 70 años, que había salido
temprano de la casa montado en su mula a realizar las faenas diarias. Al rato,
un vecino se encontró el animal muerto, con 62 impactos de bala, a
escasos diez metros del hogar de Gonzalo. Jamás los familiares
encontraron el cuerpo del viejo asturiano. Hoy en día, aún se
desconoce su paradero.
Un mes después de la extraña desaparición del anciano,
en abril, resultaron muertos en combate contra las tropas de Castro, en un lugar
llamado El Pesquero, en la Ciénaga de Zapata; Filiberto Gonzalo García,
alias "Felo el Asturiano", de 26 años, que organizó y
dirigió la guerrilla en esa zona del país, así como su
hermano Dionisio Gonzalo García, de 22 años. Ambos se encontraban
atrapados en un cerco tendido por las milicias con el objetivo de destruir el
alzamiento en armas existente en esta parte del país.
Ellos fueron acribillados a balazos y sus cuerpos desaparecidos. La familia
tampoco sabe el paradero de sus restos mortales.
Las mujeres y niños de la familia Gonzalo-García fueroin
llevados hacia Miramar, en la capital de Cuba. Allí fueron recluidos.
En cuanto a los bienes materiales y las fincas todos fueron confiscados.
Onelio López, Emilio Ojeda y Gilberto Castro Ojeda corrieron la misma
suerte de "los asturianitos": fueron asesinados y nunca más
aparecieron sus restos.
José, Filiberto y Dionisio Gonzalo son el resultado de la sangrienta
política del régimen comunista que dirige Castro. Ellos son sólo
un diminuto segmento de los muchos desaparecidos durante este gobierno.
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