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OLA REPRESIVA
Un adiós
Caridad Cristina Álvarez, Grupo de Trabajo Decoro
LA HABANA, abril (www.cubanet.org) - Hay personas tan especialmente
especiales que jamás son atrapadas por el olvido. Es imposible ignorar su
presencia y su ausencia. Están revestidas de un carisma tierno, dulce.
Llenas de un imán de amor. Como Mercedes Núñez Cabrera,
rebosante de firmeza y patriotismo.
Conocí a Mercedes hace apenas un año, a raíz de los
sucesos ocurridos en la embajada de México en La Habana. Llegó a
mi cuadra interesándose por los jóvenes que estaban detenidos.
Demostraba inquietud por los arrestados. Trabajó para ellos con dedicación.
Traté de apoyarla en todo lo que estuvo a mi alcance.
Quedé impresionada al ver a aquella mujer; delgada, marchita,
sentenciada a muerte por la enfermedad, luchar con tanta vehemencia por la vida
de otros. Fue hermoso conocerla.
Mercedes trabajaba desde hacía diez años junto a Elizardo Sánchez
Santacruz en la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación
Nacional. Desarrolló su trabajo como activista territorial primeramente,
y luego como encargada de ayudas humanitarias, visitas a presos y distribución
de medicamentos entre los necesitados.
En su domicilio, en la Avenida 35 No. 4806, entre 48 y 50, funcionaba la
biblioteca independiente "Elena Mederos", de la cual Mercedes era
responsable.
Luchadora infatigable por la libertad de los cubanos, Mercedes siempre
demostró tesón y constancia en las circunstancias más
adversas. Nunca se dejó vencer por el temor que implicaba el riesgo de
ser una activista de los derechos humanos en Cuba. Las amenazas y la vigilancia
sobre su persona no la hicieron desviarse de su manera de proceder. Ante la ola
de detenciones que efectuara en las últimas semanas el gobierno cubano
entre los opositores, manifestó, tres días antes de su muerte: "Me
tengo que recuperar pronto pues hay mucho trabajo y me quiero incorporar".
Mercedes era católica practicante. Integraba el Comité de
Madres Pro Amnistía de Presos Políticos que dirigen Caridad Pena y
Noris Durán.
Con todo su corazón defendió sus ideales. La muerte le ganó
la partida el sábado 29 de marzo a la una y diez de la tarde. Mercedes
pronunció su último adiós. Sirva de ejemplo para todos
Mercedes Núñez, que amó la vida y luchó tanto por
ella.
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