PRISIONES
Cuestiona periodista encarcelado servicios médicos
LA HABANA, Cuba, 5 de noviembre (Roberto Santana
Rodríguez / www.cubanet.org) - El periodista
independiente Oscar
Mario González, miembro del Grupo de
Trabajo Decoro, acusado por el supuesto delito
de desorden público, permanece en un limbo
jurídico en la cárcel 1580 de La
Habana, sin fecha de juicio, y con una salud en
pleno deterioro. "Lo peor de esta cárcel
son los servicios médicos", expresó
González a su esposa, la señora
Mirtha Wong, quien lo visitó el pasado
31 de octubre.
González, de 62 años, detenido
por las autoridades el 22 de julio de 2005, ha
visto como su salud se ha deteriorado en los últimos
15 meses. Según el testimonio de su esposa,
González padece de gastritis, hipertensión,
tos constante e infección en los conductos
urinarios, dolencias para las que no ha recibido
adecuada atención médica, además
de enfrentar otras irregularidades que empeoran
su ya delicado estado de salud.
"En estos momentos lo que más me
preocupa es la tos que no se le quita desde hace
6 meses. Estoy hablando con él y de pronto
le sobreviene una intensa crisis y tengo que esperar
a que se le pase para seguir conversando",
indicó la señora Wong, la cual agregó
que si bien su esposo ha pedido atención
de un especialista en vías respiratorias,
las autoridades no han respondido a su demanda.
"Sólo le hicieron dos análisis
de esputo cuyos resultados se extraviaron".
El periodista se queja también por la
dificultad de ver al facultativo de la prisión,
pues debe ir esposado y esperar dentro de un calabozo
sucio junto a reos comunes hasta ser atendido.
"Este proceso -dijo el periodista- puede
tardar una mañana".
La falta de medicamentos como el Alucil, que
necesita para atender la gastritis que padece,
es otro de los inconvenientes que debe enfrentar
en la prisión. Según las autoridades,
Oscar Mario no tiene un certificado que acredite
tal dolencia.
Acerca del análisis llamado urograma
descendente, que le fuera indicado en fecha reciente,
éste se mantiene pendiente porque no se
ha reparado el equipo de Rayos X, ni existen los
reactivos necesarios en el Hospital Nacional de
Reclusos, ubicado en la cárcel Combinado
del Este. |