Los líderes de los países màs ricos del mundo, están en La Haya para asistir a la cumbre sobre la Seguridad Nuclear que se celebra este lunes y martes. El presidente Obama solicitó una reunión del G7 , para decidir sus siguientes movimientos con respecto a Moscú
Los países más poderosos del mundo han regresado al formato de siete socios, en lugar de ocho, al haber excluido a Rusia de este encuentro extraordinario que comenzará a partir de las 17:15 GMT de este lunes en Catshuis, la residencia oficial del primer ministro de Holanda, Mark Rutte, informó el Gobierno neerlandés.
Además de Rutte y Obama, participarán en el G7 el presidente de Francia, François Hollande; la canciller de Alemania, Angela Merkel, y los primeros ministros de Canadá, Stephen Harper; del Reino Unido, David Cameron; Japón, Shinzo Abe, e Italia, Matteo Renzi.
Se les unirán por parte de la Unión los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
Será la primera ocasión en que los líderes del G7 y la UE aborden de manera conjunta una respuesta a Rusia, un país al que tanto estadounidenses como europeos han impuesto sanciones, de momento prohibiendo la entrada en sus territorios respectivos y congelando los bienes y activos financieros de una treintena de personalidades cercanas al presidente ruso, Vladimir Putin, o involucradas en la crisis ucraniana.
El líder ruso, cuyo país desempeña este año la presidencia de turno del G8, no asistirá a la cumbre sobre Seguridad Nuclear, y será su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien represente al Gobierno de Moscú. La Cumbre de Seguridad Nuclear se abre este lunes en Holanda bajo la sombra de la crisis de Crimea. Celebrada por tercera vez desde que, en 2010, el presidente de EE UU, Barak Obama, propusiera un encuentro periódico para evitar el terrorismo nuclear, reúne en La Haya a 58 líderes mundiales de 53 países, aunque no participarán Irán y Corea del Norte.
Japón, que sufre todavía los efectos de las fugas derivadas del accidente registrado en la central nuclear de Fukushima en 2011, acaba de anunciar en Holanda que se desprende del material en discusión. En concreto, cederá a Estados Unidos, para su destrucción, 300 kilos de plutonio y uranio enriquecido con el que podrían fabricarse armas. Aunque Tokio -tercera potencia industrial del mundo- cuenta con muchas más reservas, y depende de la energía atómica, su gesto subraya el deseo de perfilarse como un abanderado de la seguridad nuclear. Lo demás países irán anunciando su aportación a la Cumbre de diversas maneras. Holanda, por ejemplo, ha elaborado un “plan de respuesta en caso de incidentes nucleares, que fluye desde los despachos de políticos a los servicios de emergencia sobre el terreno”.
En la Cumbre, Obama, y su homólogo chino, Xi Jinping mantuvieron conversaciones. Aunque el mayor peso de las declaraciones, recayó sobre la anexión de Crimea por Moscú.
Nada más llegar a Ámsterdam, Obama ha dicho que su país y la UE están de “acuerdo en apoyar al Gobierno y al pueblo de Ucrania”. La cita es crucial para lograr la reducción progresiva del material nuclear almacenado en el mundo, y mejorar su vigilancia. Sin embargo, la anexión de la península de Ucrania por parte de Moscú, ha forzado una reunión paralela del G7 (Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, Japón y Canadá). Rusia, que formaba parte del grupo desde 1998, llamado entonces G8, ha sido apartada temporalmente del club de los países más industrializados del mundo.
Estados Unidos y Europa están “unidos para hacerle pagar a Rusia el coste de sus acciones” en Ucrania y “están unidos en su apoyo al gobierno y al pueblo de Ucrania”, dijo en Holanda el presidente Obama, antes de la reunión de crisis del G7 y tras un encuentro con primer ministro holandés Mark Rutte en Amsterdam.
Fuentes: Infobae / El País de España /Europa Press