GRANMA, Cuba.- En Bayamo, la campaña contra el Zika va en aumento, pero a la par se descuidan otras labores de higienización y limpieza de los repartos. Vecinos de Calle 27, esquina 14, han tenido que asumir la responsabilidad estatal y agujerean la calle, para acabar con una vieja tupición que les afecta.
Bajo la calle 27 se encuentra una tubería de aguas albañales y residuales domésticos de gran caudal, donde confluyen otras menores, que evacuan las aguas negras de una gran parte del reparto citado. Lleva más de 12 días de tupición y las consecuencias son visibles, por los desbordamientos en la fosas de las casas afectadas.
“Fuimos al Gobierno y también lo planteamos en el puesto de mando de Comunales y nadie aparece para resolver, pero como nosotros somos los afectados hemos tenido que abrir todos esos huecos”, comentaron a este reportero vecinos que trabajaban abriendo un quinto hueco en la vía.
Juan Alberto Oliva, uno de los afectados, refiere que la tupición afecta a varias manzanas a la redonda: “A lo mejor a nosotros no nos mata el Zika, pero nos vamos a ahogar en la mierda, y ojalá que no vengan queriendo poner multas, porque lo que se va a formar es tremendo.”
“En mi casa somos cuatro personas, la fosa se desbordó y tenemos que estar yendo a la de nuestros familiares para bañarnos o hacer las necesidades fisiológicas. Esa misma situación la tienen casi todos por aquí, incluyendo ancianos y embarazadas”, agregó.
“Vamos a mi casa para que vea”, requirió Juana Virgen Nubiola, vecina de prolongación de Calle Milanés, entre 27 y 29. “Hace más de una semana que se inundó la fosa y el agua apestosa invadió el baño. Mira eso”, dice señalando en el baño un pozo de aguas pútridas, que al desbordarse mana hacia el patio, formando charcos putrefactos. “Tuve que echar aserrín en el patio para poder caminar, ya estoy cansada de reportarlo a Comunales, a Higiene, a los de la pesquisa de Salud Pública, y hasta a la brigada de fumigación, pero ahora solo le interesan los mosquitos, como si esto no les afectara también”, continuó.
“Así son las cosas en Bayamo, ante el silencio de los responsables, la población está obligada a resolver los problemas por su cuenta… capaz que ahora también nos quieran obligar a sacar patente”, concluyó Juan Alberto.