LA HABANA, Cuba.- Con una nueva remontada, la selección cubana de béisbol retomó la senda victoriosa en el tope que sostiene con una escuadra universitaria de los Estados Unidos, tras derrotarlos cinco anotaciones por una en el estadio Latinoamericano de esta capital en la tarde de este lunes.
Empatados a un triunfo por bando se jugaba el tercer desafío de la serie, pactada a cinco encuentros. A la altura del sexto parecía que el equipo de las barras y las estrellas inclinaba la balanza a su favor, pues con ventaja de una por cero los tiradores norteños le recetaban juego perfecto a la nave local.
Con un out en el pizarrón, el relevista Brad Mckay tenía en el hoyo al máscara cubano Yosvany Alarcón, a quien ponchó de bateador emergente con un wild pitch que le permitió anclar en la inicial.
Fue entonces que comenzó la debacle. Acto seguido Yasiel Santoya pegó un hit de emergente que, combinado con error del shortstop estadounidense sobre conexión de Julio Pablo Martínez y base por bolas a Yoandry Urgellés, dio el empate al home club.
Con bases llenas y dos outs, el inicialista William Saavedra decidió el choque largando cañonazo hacia el left center que le sirvió para alcanzar el segundo cojín. En el turno siguiente, Jefferson Delgado trajo la quinta con el tercer indiscutible del inning. En el resto del juego solo despacharían otro hit.
El partido lo ganó el zurdo Ulfrido García, quien lanzó seis completas aceptando una anotación y cuatro hits, entre ellos un triple del primera base White que a la postre anotó la única carrera de los universitarios.
Del resto se encargó el diestro lateral Lázaro Blanco, entrando a relevar en la séptima y permitiendo como libertades un “boleto de libre tránsito”. Para poner la guinda al pastel, cerró el noveno a todo tren propinando tres ponches.
A pesar de llevarse el gato al agua, los espectadores salieron de la instalación con rostros de preocupación. Y es que los maderos criollos continúan fríos, pues en tres partidos y poco más de cien visitas al cajón de bateo, apenas han conectado diez indiscutibles y el promedio colectivo de la ofensiva es inferior a la centena de unidades.
Conseguida ante un total de aficionados que coparon cerca de 6 mil de las 55 mil capacidades que posee el estadio, según informaron trabajadoras de las taquillas, la victoria significó el éxito doce de los cubanos frente a once de los estadounidenses, desde que se reiniciaron estos topes en el año 2012.