HOLGUIN, Cuba.- La escuela primaria “Ovidio Torres Albuernes”, del municipio Holguín, fue cerrada hace tres meses por una disposición de los inspectores de sanidad por el paso de aguas pútridas que afectan la salud de los estudiantes y trabajadores de la instalación escolar, ubicada en el reparto Nuevo Llano.
“La escuela se cerró en los primeros días de enero porque, desde el fin de año, la fosa de la comunidad está vertiendo hacia la escuela”, dijo al canal local Telecristal Esperanza Romero Martínez, directora del centro.
Para evitar el cierre del colegio, se solicitó con tiempo un carro especializado para que limpiara la fosa.
“Pero el carro vino tarde y tuvimos que salir de aquí. Los estudiantes no podían estar en las aulas por la peste, y el patio de la escuela estaba lleno de heces fecales”, aseguró Romero Martínez.
Los excrementos humanos no son de la escuela, sino que “vienen de la comunidad por obstrucciones que hay en el alcantarillado, algo que sucede a menudo”, afirmó Martínez.
Después del cierre de la escuela se tomaron medidas alternativas para que los alumnos, niños entre siete y once años, continuaran sus estudios.
“Nos insertamos en el seminternado ‘María Antonia Bolmey’. Allí trabajamos por la mañana y por la tarde, en unas aulas que ellos nos prestaron”, comentó.
Padres de estudiantes entrevistados por CubaNet consideran que esta no es la mejor solución porque “los niños están estudiando en condiciones de hacinamiento”, lo que ha provocado que varios infantes rechacen ir a la escuela, comentó Gladis, madre de Enrique, un pequeño de ocho años.
Aunque la peor parte la sufren los profesores, quienes preparan sus clases en locales de la escuela cerrada donde se percibe un fuerte olor y están expuestos a enfermedades.
“Estamos aquí porque no tenemos otro local donde trabajar”, precisó Romero Martínez.
A raíz del problema, la institución escolar ha sido visitada por las principales autoridades municipales y del sector de la educación quienes concluyeron que es necesario realizar una inversión para la que no hay recursos.
“Dijeron que eso lleva una inversión, pero que por ahora ellos no tenían respuesta para acometerla”.
Todavía los funcionarios de salud pública no autorizan la reapertura de la escuela porque, “a pesar de que se limpió la zanja, esta volverá a obstruirse y nosotros no vamos a estar de aquí para allá”, concluyó la directora.