SANTA CLARA.- Desde hace unos cuantos meses los santaclareños esperan por la reapertura de uno de los establecimientos estatales más frecuentados en esta ciudad del centro de Cuba. En la misma esquina del boulevard está situado el “Europa”, un bar-cafetería que, además de El Rápido, expendía algunos productos comercializados por el Estado a los mismos precios de las tiendas recaudadoras de divisa.
Tras su reciente reinauguración, muchos han sido los sorprendidos al pedir la carta en el lugar por los altos precios de la cerveza, los refrescos, el café y hasta el agua, sin mencionar los platos y la coctelería. “Me parece que estoy en un restaurante particular de La Habana”, comentó uno de los concurrentes. “Aquí lo que pasa es que arreglan las cosas y después quieren sacarle el costo de la inversión a costilla de la gente”, sentencia el señor. “Lo peor es que uno al final tiene que morder con lo que ellos dispongan porque no hay más nada”.
A una cuadra y media de este sitio, en El Rápido, donde único se puede consumir bebidas en horario nocturno en las cercanías del parque, solo venden por estos días cerveza importada al precio de 1,20 CUC con dudosa refrigeración. Mientras, en el Europa las neveras exhiben una amplia oferta de las marcas cristal, bucanero, así como otras que no son de producción nacional. Para sorpresa de los que se lanzaron a estrenar el local le habían subido a la bebida unos cuantos centavos por encima del precio establecido.
“No entiendo qué me están cobrando de más, porque aquí no hay aire acondicionado”, pregunta una mujer al empleado que la atiende. El joven sube los hombros y, sin detener la marcha de su trabajo le explica que no es su culpa, que los precios cambiaron. “Casi todos los establecimientos están vendiendo ahora la cerveza así”, le responde. “A lo mejor es por la wifi que pusieron”.
La mayoría de los trabajadores del lugar tampoco está de acuerdo con los turnos de trabajo. “Imagínate, abrimos a las siete de la mañana y hasta las doce de la noche y con el mismo salario”, apunta uno de ellos.
Este establecimiento, perteneciente a la cadena Palmares, que antes vendía el café exprés a 30 centavos ahora lo cobra a 40, impensable para el cubano, cuyo salario generalmente no sobrepasa los 15 CUC mensuales.
“Esto es para los turistas, como todo en este país. Para mí que lo hacen a propósito, para que los cuentapropistas no puedan comprar las cosas y venderlas en sus restaurantes. Al final, el jodido siempre es el pueblo”, maldice la señora y se marcha indignada, como tantos otros usuarios que no pueden darle lujo de ir al “Europa”.