LA HABANA, Cuba.- Una segunda y aparatosa caída del caballo de salto acabó con las aspiraciones de la joven promesa cubana, Manrique Larduet, en el All Around masculino de gimnasia artística. Durante la jornada de clasificación se produjo su primer descalabro en esta disciplina ciertamente difícil, pero no insuperable para el subcampeón mundial, cuyo talón de aquiles ha sido el caballo con arzones.
Espoleado por el sueño de subir al podio olímpico y acompañado por las esperanzas de sus coterráneos, Manrique Larduet abrió hoy su actuación en el All Around con un admirable 15.133 en las Anillas; arranque de lujo que se vió subitamente tronchado en el segundo ejercicio, cuando el atleta realizó un salto con grado 6 de complejidad que lo hizo aterrizar sentado en el colchón reglamentario. Casi inmediatamente fue anunciado que el joven se retiraría de la competencia -probablemente de la cita olímpica- por lesión en el tobillo izquierdo.
Lamentos aparte, ahora mismo la pregunta es cómo se lesionó Manrique Larduet, tras haber viajado a Río de Janeiro en excelente forma. No es la primera vez que un deportista cubano sufre una lesión en el momento decisivo y la noticia de su lastimadura cae como un cubo de agua fría sobre la afición cubana, máxime cuando los medios masivos se deshicieron en elogios y buenos augurios, sin mencionar dolencias que pudieran lastrar su participación en el evento deportivo más importante del orbe.
Según declaró el entrenador Carlos Gil a medios oficiales, Larduet llegó a Río con una pequeña lesión. Tras la retórica obligada sobre el coraje demostrado por el joven y la convicción de que “se ha perdido una batalla pero no la guerra”, el técnico aseguró que Larduet prefirió retirarse del All Around para apostar a los certámenes individuales en Barra Fija y Paralelas. Ante tal posibilidad cabe preguntarse si vale la pena exponer a un atleta de apenas 20 años con una molestia física que se hará presente al final de cada ejercicio, sin contar con el malestar psicológico que lo acompañará en cada movimiento, recordándole que lo peor podría suceder cuando sus pies busquen el colchón en el intento supremo de caer en posición vertical.
Considerando lo precaria que ha sido hasta ahora la actuación de Cuba en las Olimpíadas, es difícil aceptar que una de las mayores posibilidades de medalla quede solamente en los pronósticos. ¿Fatalidad, error médico o sobrexplotación del atleta?