LA HABANA, Cuba.- La noche de este jueves 20 de octubre tuvo lugar la primera graduación del Instituto de Estudios Eclesiásticos Padre Félix Varela, con los 22 estudiantes que vencieron la primera etapa de bachillerato. En el acto estuvieron presentes el Cardenal Jaime Ortega; Juan García, Arzobispo de La Habana; Monseñor Giorgio Lingua, Nuncio Apostólico de la Santa Sede en Cuba, entre otras personalidades.
El Padre Josvany Carvajal, director de la institución, señaló que llevar a cabo esta obra nunca ha sido tarea fácil, ni lo será de frente al futuro.
“Se trata de una primera cosecha que la comenzamos a sembrar juntos hace tres años. Los invito a todos mirar el futuro con esperanza, que, aparejada su carga de dolor, pero con el consuelo de llegar por nuestros medios a un fin”, expresó.
En el acto, el secretario del centro, Jorge Suárez, explicó que actualmente el instituto tiene matriculados unos 112 estudiantes, entre ellos 14 del curso propedéutico o preparatorio, 77 de los tres años del bachillerato y 21 de los que inician en el primer año de la licenciatura.
“El claustro de profesores es muy bueno y tienen una rigurosa enseñanza, y hay que estudiar bastante para llegar bien lejos. Es una experiencia muy hermosa estar aquí, sobre todo por las materias tan diversas e importantes en la formación cultural que se imparten”, afirmó Ernesto, uno de los graduados del centro, quien espera graduarse nuevamente dentro de dos años, pero de licenciado en Ciencias Sociales.
Cabe señalar que los títulos son validados por el Instituto Universitario Sophia (IUS), de Loppiano (Florencia, Italia). Sin embargo, como entre la Iglesia Católica y el Estado no existe convenio alguno para la acreditación de los servicios educacionales de la Iglesia, los títulos de los estudiantes graduados por centros educacionales católicos no son reconocidos en la Isla, pero sí en gran parte de Europa, Estados Unidos y América Latina, donde existen convenios educacionales con los gobiernos de esas naciones. Esto trae como problemática que los recién graduados aún, no puedan ejercer sus profesiones.
Aunque todavía existen piedras en el camino, ser graduado del centro significa tener una sólida formación humanística que será a largo plazo el resultado de una nueva generación de jóvenes comprometidos con la verdad.
La Revolución de la Ternura, iniciada por el Papa San Juan Pablo II, cuando visitó a la Isla en 1992, donde expresó que “Cuba se abra al mundo y el mundo se abra a Cuba”, fue un inicio de una verdadera profecía que hoy vierte sus esperanzas en esta escuela que tiene como gran meta formar a una generación de hombres libres que sellarán su compromiso con una patria nueva, culta y próspera.
Mirar el futuro con esperanza
Pensar que el antiguo Seminario de San Carlos y San Ambrosio, fundado en 1689, fuera la cuna de la nacionalidad cubana no resulta nada descabellado al conocer que allí se formaron figuras tan distintivas de la cultura cubana como el Padre Félix Varela, José Antonio Saco, José de la Luz y Caballero, Tomas Romay, entre otras prestigiosas personalidades.
Pero nadie, a ciencia cierta, creía que en pleno siglo XXI y, con algunas décadas de distanciamiento entre la Iglesia Católica y el gobierno de la Isla, esta escuela hoy, bajo el nombre de Instituto de Estudios Eclesiásticos Padre Félix Varela, fuera a ser nuevamente el despunte de una nueva generación de hombres preparados y cultos para Cuba.
Según los documentos que rigen la política interna del centro, este instituto fue promovido por la Arquidiócesis de La Habana bajo la tutoría del entonces Arzobispo de La Habana Cardenal Jaime Ortega y erigido por la Santa Sede, a tenor del artículo 9, de la Constitución Apostólica Sapiencia Cristiana, por decreto de la Congregación para la Educación Católica del 19 de setiembre de 2013, que indica que es un centro académico eclesiástico de enseñanza superior que coopera en la misión evangelizadora de la Iglesia.
“La finalidad del Instituto es cultivar y promover un auténtico humanismo en la perspectiva de la Revelación cristiana, mediante la investigación científica y la enseñanza. Pretende formar estudiantes con alta calidad en diversas disciplinas, con el propósito de preparar profesionales capaces de afrontar las responsabilidades que le corresponden en la vida eclesial y civil”, añade el documento.
Bajo la premisa del Papa Francisco de que hombres cristianos o no deben buscar el bien común, el centro comenzó a ofrecer sus servicios en el curso académico 2013-2014 con estudiantes de todas las costumbres y religiones en la Isla. La búsqueda de la verdad, rige un principio académico en la vida estudiantil.
Los alumnos del centro inician dos ciclos, el primero un Bachillerato en Humanidades que tiene una duración de tres años y el segundo y último ciclo, una Licenciatura, en el caso de este curso, comenzó con los estudiantes que superaron el primer periodo.
Hasta el presente año la licenciatura que se brinda es la de Ciencias Sociales, pero para próximos cursos se espera que el centro albergue también las licenciaturas en Economía y Pedagogía.
En el instituto se realiza también un boletín para estudiantes llamado La Escalera donde ellos tienen la posibilidad de exponer sus ideas en esta pequeña revista, de tan diversos temas, que abarcan desde la literatura, hasta las artes, la historia y la filosofía.