LA HABANA, Cuba. -El pasado sábado 9 de mayo, en el capitalino Pabellón Cuba, en una actividad colateral a la Jornada contra la Homofobia, se presentó el título Epifanías del cuerpo, compendio de ponencias sobre el coloquio realizado en homenaje a la obra del pintor Servando Cabrera Moreno, a 92 años de su nacimiento.
Anteriormente se habían realizado otras presentaciones en la Casa Museo que lleva su nombre, en el capitalino municipio del Vedado, y en la recién finalizada Feria del Libro de La Habana.
El libro fue editado por Collage Ediciones, el Fondo Cubano de Bienes Culturales, y la Casa Museo. Expone en sus páginas 56 obras entre dibujos y óleos de Cabrera Moreno, y se nutre de valoraciones de críticos, académicos, sexólogos, narradores, ensayistas, poetas, curadores, y pintores, representados por las figuras de Miguel Barnet, María de los Ángeles Pereira, Hilda María Rodríguez, Claudia González, Alberto Roque, Nelson Herrera Ysla, Frank Padrón, Elvia Rosa Castro, entre otros autores. La compilación fue recogida por Neida Peñalver, Máster en Estudios de género de la Universidad de La Habana.
Pintor de origen académico, tuvo influencias de Miguel Ángel, Picasso, Lam, Amelia Peláez y Carlos Enriquez. Fue pionero del arte erótico y homo-erótico en los años 60, y de igual modo, transitó por diferentes estéticas como el academicismo, el cubismo, el abstraccionismo, y el neoexpresionismo. Desarrollándose en la multiplicidad de técnicas y formatos; lo mismo realizó pinturas monumentales, que dibujos y retratos. Para ello se valió del pastel, la tempera, el carboncillo, lápiz, el óleo, la plumilla y la acuarela.
Su rompimiento gradual con los cánones estéticos, lo llevaron a una pintura de transparencias, voluptuosidades, torsos interconectados, cuerpos sin rostro, falos, senos y nalgas, códigos que van más allá de la simple comprensión, que conforman un universo de plena libertad amatoria, y belleza singular.
Abarca este estudio, facetas que vinculan al artista con ámbitos como el cine y la literatura, partiendo de las miradas subjetivas del símbolo pictórico. Se habla además, de su personalidad, la censura a su obra, los atropellos por su homosexualidad, y su valentía por trabajar en temas prohibidos como el homo-erotismo, que lo calificaron entre sus amigos como “Eslabón perdido” o “Paseante solitario”.
Sea pues bienvenido para todos los lectores, el legado de un artista cubano que brilla en los cielos de la pintura universal contemporánea.