LAS TUNAS, Cuba. – Western Union abrió sus operaciones de envíos de dinero aquí en la ciudad de Puerto Padre, con una sucursal, luego de la despenalización de la tenencia de dólares en Cuba en 1993.
Pero hoy Western Union cuenta con tres filiales en esta ciudad, donde sólo residen unos 31 864 habitantes.
Pudiera pensarse que, para comodidad de sus clientes, Western Union incrementó sus establecimientos acercándolos a ellos. El razonamiento es falso. Las oficinas de Western aquí distan apenas dos cuadras unas de otras.
Lo cierto es que, con frecuencia, las sucursales de Western Union aquí están muy concurridas.
Una fuente fidedigna aseguró a este corresponsal que en el primer semestre de 2013, la primigenia sucursal de la Western ya había entregado más de un millón de dólares, “pero ahora las remesas anuales ya deben estar sobre los dos millones, no por gusto en lugar de una ahora hay tres oficinas”, dijo.
Con todo, el dato no es suficientemente preciso: esta fuente se refería a remesas enviadas a sus familias por cubanos residentes fundamentalmente en Estados Unidos a través de Western Union.
Pero existen otras agencias dedicadas al negocio de enviar remesas, “yo he entregado hasta cinco mil pesos convertibles (CUC) previamente cambiados por dólares que le han enviado a una sola persona”, dijo un comisionista de una de estas agencias privadas a este corresponsal.
Otro tanto hace el Banco Nacional de Cuba. Enviadas de Europa, principalmente de España, llegan remesas en euros bajo la denominación de “transferencias”.
La cifra de divisas libremente convertibles desde el extranjero girada a esta ciudad asciende a miles, que, a ciencia cierta, sólo el Estado domina por una sencillísima razón: todo ese dinero va a parar a sus manos a través del monopolio de las Tiendas Recaudadora de Divisas (TRD).
La pregunta es: ¿Qué camino toma ese dinero?
Sólo dos ejemplos de a dónde no va:
El hospital municipal de aquí se está cayendo a pedazos y sus baños e inodoros semejan cloacas, pero según las autoridades, el municipio no cuenta con fondos para acometer su reparación capital.
Esta es una muestra de la incongruencia entre la llamada, Recaudación de Divisas, y el tan elogiado Sistema de Salud Cubano.
En Roma, la pasada semana, el general Raúl Castro confirmó el derecho humano constitutivo de la educación y como tal derecho se respeta en Cuba, donde todos, por igual, tienen acceso a las escuelas.
Pues bien. Si algún cubano residente en Estados Unidos tiene en Cuba, dependiendo de sus remesas, a su mamá, papá hermana, esposa, novia o hermanos, y pretende reunificar la familia llevándola con él, ya con algunos conocimientos del idioma estadounidense, aprendido en las escuelas cubanas, que en lo adelante ni sueñe con tal enseñanza.
La recién promulgada Resolución 75 del Ministerio de Educación dispone que, en lo adelante, no se admitirán en las escuelas de idiomas de Cuba a amas de casas, jubilados y personas no trabajadoras; las que serán admitidas sólo excepcionalmente por “intereses socio-económicos de la localidad y por creación emergente de fuerza de trabajo”, publicó la prensa oficial.
“Con embargo y todo entran a Cuba millones de dólares desde Estados Unidos, sin embargo no vemos a dónde van a parar, porque este país cada día está peor”, dijo un jubilado, antiguo mecánico, que ahora debe pasar el mes con 242 pesos, esto es alrededor de 10 dólares.
Y no le falta razón al ex mecánico: esta semana en Puerto Padre la libra de boniato cuesta cuatro pesos, cuando usted, preguntando en la calle, encuentra boniatos. Para encontrar los dólares habrá que preguntar a los generales.