LA HABANA, Cuba. -El pasado 20 de abril, en el semanario Trabajadores, un trabajo de la periodista Ariadna Andrea Pérez Valdés, titulado “Publicar tu anuncio en la prensa” dio a conocer que a partir de mayo circulará una nueva publicación de la Agencia de Información Nacional (AIN) llamada Ofertas, cuyo fin es promocionar productos y servicios, además de brindar consejos, orientaciones, asesorías y sugerencia útiles a fin de emprender negocios.
Así, Ofertas busca convertirse en el medio publicitario por excelencia para los nuevos actores económicos: los dueños de los pequeños negocios y los asociados de las cooperativas no agropecuarias.
Si uno se acuerda de la revista Opina, vale decir “nadar tanto para terminar en la orilla”.
La tirada de Ofertas no rebasará los 60 000 ejemplares. Ni por asomo se acerca al medio millón de la revista Opina.
Dicha revista era el órgano oficial del Instituto Cubano de Investigación y Orientación de la Demanda Interna (ICIODI). Creado en abril de 1971, dicho instituto dependía directamente del Consejo de Ministros y se dedicaba a las investigaciones en el ámbito del consumo, el mercado doméstico y la demanda, además de su función de orientación del consumo. Fue dirigido hasta su disolución, en 1994, por Eugenio Rodríguez Balari.
Opina llegó a ganar tal popularidad que en cuestión de horas se agotaba en todos los estanquillos. Se convirtió en el referente obligado para la población en todo lo concerniente a los anuncios clasificados y las permutas, que era su fuerte. Además dedicaba espacio a análisis críticos sobre las áreas del consumo y los servicios, promocionaba las obras de diseñadores y modistos que laboraban en el desaparecido Taller de Confecciones Experimental, adscripto a la dirección de la revista.
Cuando el contenido de determinado trabajo crítico lo justificaba, aparecía en el mismo el sello de la protección al consumidor, que era una manera de denunciar lo mal hecho o lo que afectaba al consumidor.
En 1989 se sucedieron acontecimientos que cambiaron el curso de la historia, aunque no fue su fin, como se aventuró a afirmar el politólogo Francis Fukuyama. Ese año cayó el muro de Berlín y en los países de Europa Oriental las dictaduras comunistas fueron reemplazadas por gobiernos democráticos.
En Cuba, en junio de ese año, tras la Causa No. 1, acusados de estar implicados en el tráfico de drogas, fueron fusilados el general Arnaldo Ochoa y tres altos oficiales MININT (Ministerio del Interior), que no ocultaban su simpatía por la Perestroika.
Fidel Castro había emprendido desde 1987 la llamada “Rectificación de errores y tendencia negativas”, que no era otra cosa que cerrar todas las brechas para evitar que los aires de cambio que soplaban en la Unión Soviética llegaran a Cuba.
Cuando el régimen prohibió la circulación de las publicaciones soviéticas Tiempos Nuevo, Novedades de Moscú y Sputnik, aprovechó la ocasión para liquidar a la revista Opina.
Ahora, casi 26 años después, el gobierno de Raúl Castro autoriza que circule Ofertas, con propósito y fines similares a los que tenía Opina. La diferencia es que como el gobierno sabe que los principales clientes que tendrá la revista Ofertas serán los pequeños empresarios privados, los anuncios se cobrarán en dólares: los precios fluctuarán entre 56 y 450 dólares, de acuerdo al espacio de página que contraten.
Si los anuncios que aparecerán en Ofertas se cobrarán en dólares, cabe suponer que todavía falta para el Día Cero en que se producirá la unificación monetaria. Más importante para el gobierno es sacar la mayor cantidad de dólares posibles a estos pequeños empresarios. Aunque sea ilegal, ya que ninguna persona natural de acuerdo al derecho mercantil vigente en Cuba, puede anunciar un negocio si desde el punto de vista legal no es una persona jurídica. No importa, si se trata de recaudar dólares, la ONAT y los Consejos de Administración Municipal y Provincial se harán de la vista gorda.