LA HABANA, Cuba. -Los habitantes del pueblo Santiago de las Vegas, en el capitalino municipio Boyeros, carecen de suministro de agua desde el día 27 de Enero. La única forma de adquirirla es pagando camiones cisternas (pipas) que en el mercado negro ascienden a 10 dólares o 250 pesos. Esto representa la mitad del salario promedio en la Isla.
Los choferes que reparten el agua tampoco lo tienen fácil pues tienen que venderla escondidos de las autoridades. Si son sorprendidos por la policía, lo mínimo que puede pasarles es que lo expulsen de su puesto de trabajo, con una sanción en su expediente laboral.
Muchas veces tienen que juntarse varios vecinos de una cuadra, para pagar a un chofer de un camión cisterna. Así se reparten el agua y toca pagar menos por persona, pero esto tienen que hacerlo a escondidas.
Un señor mayor que no quiso dar su nombre, trabaja en una cafetería local, la cual está actualmente cerrada por la escasez de agua. Él ha vivido en ese lugar por más de 50 años y nos dice que Santiago de las Vegas se ha visto azotado con este problema desde los años 90. Las principales instalaciones de acueducto tienen demasiados años de explotación.
“El tema de las pipas es complicado porque, además de lo que cuestan, para conseguir una no es fácil. Los choferes estatales que distribuyen agua potable sacan provecho de la situación para venderla ilegalmente.”
En el pueblo, todos coinciden que se ha vuelto rutinario el problema de la escasez del agua. “Aquí siempre es lo mismo”, es una frase que dijeron todos los entrevistados. Néstor Rodríguez, quien vive en la zona y tiene un pequeño negocio de vender pizzas, nos cuenta que no es la primera vez que en el pueblo los administradores de cafeterías estatales y cuentapropistas como él tienen que cerrar por falta de agua.
“Este problema convierte el lugar en un desierto donde prácticamente no hay ni agua ni comida, e ir a quejarse en algún lugar es perder el tiempo. Tuve que parar de vender pizzas que es mi único sustento por el problema del agua. No entiendo que haya un solo motor que se rompa y no haya otro para poner de repuesto. La vez pasada fue el motor también”
Una doctora que trabaja en el policlínico “Rene Bedia Morales”, que prefirió el anonimato, comenta que la escasez de agua trae consigo falta de higiene, que a su vez agudiza las enfermedades como el dengue, la hepatitis y el cólera.
“Conozco gente cercana que ni siquiera pudieron asearse el día anterior por la falta de agua. La única clínica estomatológica de Santiago de las Vegas no está funcionando desde hace días por falta de agua. Nadie sabe cuánto tiempo va a durar esta situación”
El único lugar para reparar las bombas de agua está situado en el municipio de San José de las Lajas. Al ser el único taller de este tipo en Cuba, todos los municipios tienen que arreglar sus motores allí. Las colas pueden durar muchos días e incluso meses.