LA HABANA, Cuba. -En la mañana de hoy jueves 13 de noviembre, un operativo de inspectores de comercio suspendió la licencia a todos los vendedores (carretilleros) de productos agrícolas en Jaimanitas, La Habana. Los inspectores aludieron que habían advertidos en reiteradas ocasiones a los sancionados por estar parados en un mismo sitio, cuando en la licencia se contempla el desplazamiento ininterrumpido de éstos por la calle.
Yanquiel O’Farril, de 35 años y natural de San José de Las Lajas, quien posee dos carretillas y vendía en la calle 232, es cuentapropista desde junio de 2011, cuando fue autorizado este nuevo oficio con las “aperturas económicas” iniciadas por Raúl Castro. Comentó a esta redacción que además de suspenderle la licencia, les impusieron multas de 700 pesos. Dice que los inspectores también mencionaron los altos precios de los productos, como razón para la suspensión de la licencia.
“Nosotros compramos los productos en ‘El trigal’, que es el único centro de acopio de La Habana y es el Estado quien funge como intermediario. Les compra la mercancía a los campesinos a precios bajos, luego nos las vende a nosotros por las nubes, obligándonos a venderla aún más cara para poder sacarle ganancia. Como la cuenta nunca me daba, tuve que poner una segunda carretilla. Jamás he podido viajar a ninguna parte con lo que me gano. Siempre soñé con conocer Varadero, o algún lugar bonito, pero ya veo que es imposible. La juventud se me ha ido trabajando, para nada. Y ahora vienen y me quitan el sustento, así como así.”
Los habitantes de Jaimanitas se quejaban hasta ayer de los altos precios de los productos, vendidos por los carretilleros, a los que llamaban “abusadores”. Hoy se quejan de que no hay productos para comer y deambulan como zombies por el pueblo, buscando algo, quejándose del gobierno y de la medida aplicada contra los “pobres carretilleros”.