MIAMI, Estados Unidos. – En la noche de este lunes, la presa política Keilylli de la Mora Valle, miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y promotora de Cuba Decide, logró realizar una llamada telefónica tras un descuido de sus vigilantes.
La opositora, que se encuentra internada en una sala de psiquiatría del hospital cienfueguero Gustavo Aldereguía Lima, contactó a Raúl González González, coordinador de Consenso Ciudadano.
“Ella estaba llorando mucho y hablando muy rápido antes de que se dieran cuenta; la están golpeando e inyectando sedantes para que no proteste”, dijo González.
De acuerdo con el opositor, también miembro de la UNPACU, De la Mora Valle afirmó que a la prisión no regresaría viva.
La activista de 27 años fue ingresada en el hospital provincial de Cienfuegos tras intentar ahorcarse con una sábana en su celda, en el Centro Mixto para Mujeres de Sabana. Luego, bajo ingreso, la prisionera política se tragó un tornillo en un nuevo intento de suicidio.
“Se mantiene consumiendo solo pequeños sorbos de agua y hoy cumple ocho días en huelga de hambre”, detalló González.
Durante la llamada telefónica De la Mora Valle contó que su nueva huelga es la respuesta a una brutal golpiza que recibió el 29 de junio por parte de las oficiales llamadas Damisela, jefa de Interior, y Felicia, segunda jefa de la unidad.
La opositora ha realizado dos huelgas en solo un mes de cárcel. Padece gastritis y esofagitis en grado cuatro y, según una fuente que solicitó el anonimato por razones de seguridad, la joven está en muy malas condiciones físicas, con los labios cuarteados y demacrada.
A raíz de su experiencia en cárceles cubanas, el líder de la UNPACU, José Daniel Ferrer, precisó que las situaciones de terror que viven los reclusos, sobre todo los que cumplen sanciones por motivos políticos, son difíciles en extremo. También alertó “que la Seguridad del Estado podría utilizar los últimos actos de Keilylli para asesinarla y luego decir que fue un suicidio”.
Desde 2016, De la Mora Valle se sumó a la oposición. A mediados de 2019 comenzó a militar en la UNPACU y a promover la iniciativa Cuba Decide. Se mantuvo muy activa en campañas a favor de los presos políticos y en otras convocatorias, como la Marcha de los Girasoles.
En 2019 fue condenada a 10 meses de prisión. Más adelante, el 7 de mayo de 2020, De la Mora Valle fue sancionada a un año y seis meses de privación de libertad por los presuntos delitos de “propagación de epidemias”, “desacato”, “atentado” y “desobediencia”, en un juicio sumario que se efectuó a puertas cerradas y sin derecho a abogado.
En la vista, el Tribunal no tuvo en cuenta la violencia a la que fue sometida la activista el día de su arresto ni la golpiza que recibió de manos del jefe de la Unidad Municipal, el cual fungió como testigo en contra de la opositora.
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