MIAMI, Estados Unidos. — La obra del escritor Aleksandr Solzhenitsyn es de obligada lectura para todo el que quiera comprender en su justa dimensión la crueldad del estalinismo. El escritor e historiador nacido en Moscú en 1918 —un año después del triunfo de la revolución bolchevique— fue un crítico acérrimo del socialismo soviético, cuyos rigores sufrió en carne propia durante los once años que permaneció recluido en los campos de trabajos forzados, un sistema conocido como gulag.
Las experiencias acumuladas en aquel infierno le bastaron para producir una abundante narrativa sobre el terror político que la antigua Unión Soviética utilizó para someter a media Europa.
Su primera novela, El primer círculo, fue inspirada por el ambiente de vigilancia y miedo que lo rodeó durante el tiempo que trabajó como matemático en un centro de investigación científica para presos políticos, sitio al que fue a parar después de algunos años en el gulag.
En 1950 fue trasladado a un campamento en Kazajistán, donde nació su segunda obra: “Un día en la vida de Iván Denísovich”. Su línea dura de denuncia de las atrocidades cometidas contra antiguos combatientes en la Gran Guerra Patria lo mantuvieron en la zona de sospecha incluso durante los años de gobierno de Nikita Jruschov, quien procuró a toda costa alejarse del estalinismo y para ello consintió el acoger a artistas, escritores e intelectuales “descarriados”.
Sin embargo, Un día en la vida de Iván Denísovich generó tal debate sobre el estalinismo y la vida política de la URSS que, finalmente, la censura se impuso y el libro fue retirado del espacio público, aunque se mantuvo circulando de manera clandestina.
Otras obras suyas, también de carácter autorreferencial, vieron la luz en los años siguientes: Nunca cometemos errores (1963), Por el bien de la causa (1964) y El pabellón del cáncer (1967); esta última inspirada en un tumor contraído durante los años de trabajo forzado, al cual, milagrosamente, sobrevivió.
En 1970 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura, que se negó a recibir personalmente en Suecia por temor a que las autoridades soviéticas no le permitieran regresar. Su obra cumbre, Archipiélago Gulag, fue publicada en 1973 en París, a pesar de los esfuerzos de la KGB por evitar que saliera a la luz. Para escribirla, el autor entrevistó a 227 sobrevivientes de los campos de trabajo forzado, cuyas identidades mantuvo en secreto.
El libro desató una tormenta en la URSS y Solzhenitsyn fue acusado de traición. En 1974 fue desterrado a perpetuidad y privado de la ciudadanía soviética. Su análisis sobre el sistema penitenciario soviético, el terrorismo de Estado y el proceder de la policía política constituye un documento valioso sobre la ideología comunista.
El escritor pudo regresar a la Rusia de Mijaíl Gorbachov, donde vivió completamente revindicado hasta su muerte, acontecida un día como hoy, del año 2008.