MIAMI, Estados Unidos.- El ministro de Cultura de Cuba, Alpidio Alonso, se desmarcó este lunes de los manifestantes que frente a la institución que él representa exigieron respuestas por lo acontecido la noche del jueves 26 de noviembre en Damas 955, y apoyaron al Movimiento San Isidro.
En su cuenta de la red social de Twitter, Alonso citó un fragmento de un texto publicado este domingo en el oficialista periódico Granma, en el que la poeta Teresa Melo aseguró que “no me representa quien insulta a la bandera, y tiene como aliados la vulgaridad, el desprecio, la conducta antisocial y exhibicionista, aunque aparezca bajo el maquillaje de artista”.
“No me representa quien insulta a la bandera, y tiene como aliados la vulgaridad, el desprecio, la conducta antisocial y exhibicionista, aunque aparezca bajo el maquillaje de artista.”
(Teresa Melo, poeta cubana) https://t.co/TeJLIALGLt pic.twitter.com/YTe6V9ymtR— Alpidio Alonso Grau (@AlpidioAlonsoG) November 30, 2020
Alonso, que nunca se presentó en el MINCULT ante las presiones de los jóvenes artistas, que comenzaron siendo 50 a las 11 de la mañana pero que para la noche ya superaban los 300, envió a su viceministro, Fernando Rojas, a dialogar con los presentes y a prometerles que revisarían sus demandas, las cuales, en menos de 24 horas ya habían sido pisoteadas por el régimen.
En el texto que Alpidio Alonso citó, señal de que comulga con su contenido, Melo expresó que siempre ha estado de acuerdo con el diálogo, pero que esta vez quienes lo buscan son personas que quieren imponer “un monólogo, y con insultos y bloqueos en redes, hablando de libertad de expresión, la sabotean. Y sé quiénes colocan materiales contaminados para que los puentes se tambaleen y caigan”.
“Diferencio los hechos de estos días. No me representa quien insulta a la bandera, y tiene como aliados la vulgaridad, el desprecio, la conducta antisocial y exhibicionista, aunque aparezca bajo el maquillaje de artista. En el artista es la obra quien habla, y para que hable tiene que ser creada. A lo dicho por ellos de que son los deseos de ‘11 millones de cubanos’ réstenle mi número. Yo no soy San Isidro. No me representa”, escribió.
Para la poeta, “entre quienes estaban este viernes frente a la sede del Ministerio de Cultura había jóvenes artistas con inconformidades y el deseo sincero de un diálogo, y muchas otras personas y medios. Yo no estaba allí, pero sí algún amigo y gente que conozco y respeto. Y otros que no buscaban entendimiento: basta leer decenas de comentarios que ahora tildan a los 30 elegidos por ellos mismos como traidores, por haber dialogado”.
“En estos difíciles meses para Cuba y el mundo muchos artistas e intelectuales cubanos hemos sido denigrados y amenazados. Todavía lo somos, porque basta un atisbo de compromiso con nuestro país y su gente para ser blanco de los más bajos ataques, en nombre de la ‘democracia’, claro, y de la libertad de expresión. Los más furibundos se muestran escasos de cultura elemental, con un rosario lamentable de groserías y gritos que denuncian sus reales deseos. Los estamos leyendo en este mismo instante”.
“Todo aquel que considere que mi país tiene que entregarse, que no cuente conmigo. Quien obvie de cualquier diálogo la palabra bloqueo, que no cuente conmigo, y por supuesto, que no cuente conmigo quien no le reconozca a Cuba su derecho a resistir y ser mejor por ella misma. Ha sido mi silencio reflexivo y ahora mi palabra de poeta, por Cuba. Con mi libertad de expresión. O sea, mi libertad”, finalizó.
Los artistas cubanos que se dieron cita en la masiva protesta frente al MINCULT pedían a sus representantes libertad de expresión y creación, así como la revisión del caso de Denis Solís, manejado en las sombras por la policía política de la Isla, así como el cese del hostigamiento al Movimiento San Isidro por disentir de las políticas estatales.
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