LA HABANA, Cuba, 19 de noviembre de 2013, Frank Correa/ www.cubanet.org.- En horas de la mañana de ayer, en los arrecifes de un pequeño cayo frente a la entrada del Río Jaimanitas, que en tiempos pasados poseyó un faro para ayudar a la navegación nocturna, se halló el cadáver de un hombre ahogado.
Un pescador que regresaba a tierra lo descubrió y dio parte a guardafronteras. La autopsia arrojó muerte por infarto. El occiso resultó ser un ex chofer del ómnibus 420, que cubre la ruta Paradero-Playa Baracoa, nombrado Ramiro Iriarte, separado de su puesto de trabajo desde hacía varios meses por reducción de plantilla.
Según datos aportados por Alfredo Ramos, vecino de Jaimanitas y ex conductor de la misma ruta, que también fue declarado “disponible” por la Empresa Provincial de Transporte Urbano, Ramiro estaba muy estresado, luego de perder el trabajo. No tenía comida para darles a sus hijos y en los últimos días se había dedicado a la pesca. Construyó una embarcación precaria con poliespuma y se iba solo, de noche, mar adentro, pero nunca cogía nada.
“Le dije varias veces que dejara esa locura, que él era chofer, no corchero, pero no me hizo caso. Cuando lo encontraron, los peces se lo estaban comiendo.