MIAMI, Estados Unidos. — El 4 de febrero de 1962 fue fundada en Santiago de Cuba la destilería de ron Bacardí, que se convertiría en una de las marcas más vendidas del mundo.
Su dueño, Facundo Bacardí Massó, era originario de Sitges (Barcelona) e hijo de un comerciante de vinos en Tarragona. Se estableció en Santiago de Cuba en 1830 y a partir del 1852 empezó a interesarse sobre el proceso de destilación del ron.
Tras dar con la fórmula del ron Bacardí, Facundo fundó la empresa en 1862. Él y su familia apoyaron la insurrección independentista cubana, hecho que le afectó a la empresa al tener problemas con algunas autoridades.
Ya en 1888 el Bacardí era considerado el ron favorito de los famosos. Como resultado de su creciente popularidad y reputación, la empresa ganó una medalla de oro en la Exposición Universal de Barcelona y fue nombrada ‘Proveedor de la Real Casa de España’.
Para el año 1910 Bacardí se convirtió en la primera empresa multinacional de Cuba, con operaciones en Barcelona (España) —donde el ron fue embotellado por primera vez fuera de Cuba— y en Nueva York, para satisfacer la creciente demanda de la bebida en Estados Unidos.
En la década de los veinte del pasado siglo, la prohibición de la ley seca entra en vigor en los Estados Unidos y se prohíbe la fabricación y venta de alcohol, cerrándose la planta embotelladora de Bacardí en Nueva York.
La empresa convierte la adversidad en éxito y despliega una campaña que promueve Cuba como un escape tropical contra la ley seca. Los estadounidenses acuden en masa a la Isla para disfrutar del ron Bacardí, lo que impulsa el crecimiento de la empresa.
En 1930 Bacardí se establece en México y Puerto Rico con dos instalaciones que todavía hoy son de las que más dividendos aportan a la compañía. En el caso de la destilería de Cataño, en Puerto Rico, es considerada la instalación de su tipo más grande del mundo.
Todas las operaciones y activos de Bacardí en Cuba fueron confiscados ilegalmente sin compensación por el régimen cubano el 14 de octubre de 1960, apenas dos años antes del centenario de la empresa.
La familia Bacardí se mantuvo fuerte, aunque muchos se vieron obligados a partir hacia el exilio. Habiendo sacado las marcas comerciales y la cepa de levadura de la compañía fuera de Cuba, Bacardí continuó operando en los Estados Unidos, México, Puerto Rico, Italia y Bahamas.