LA HABANA, Cuba. — Conmemoramos este año el centenario de uno de los cantantes más populares que tuvo Cuba: Rolando Laserie, nombre artístico de William Newton Calasanz Rolando Laserie Rodríguez.
Nacido en el caserío de Matas, en la provincia de Villa Clara, el 27 de agosto de 1923, su primer oficio fue zapatero.
A los 10 años, enseñado por su hermano mayor, ya tocaba las pailas. Se inició como músico profesional en la Banda Municipal de Santa Clara, además ser suplente en grupos musicales en el Teatro La Caridad.
A la edad de 20 años, un hecho fortuito lo ayudó a ascender en su carrera musical. El cantante estelar de la orquesta Arcaño y sus Maravillas, Miguelito Cuní, no pudo asistir a una presentación, y Rolando Laserie, que conocía al dedillo el repertorio de la orquesta, lo sustituyó con gran éxito, y luego continuó en la gira hasta Santiago de Cuba, donde se unió a la banda de Mariano Mercerón.
En 1946 se trasladó a La Habana, y aunque en principio no logró notoriedad, dio pasos hacia el triunfo al colaborar primero con la compañía del humorista Enrique Arredondo y tocar en el Teatro Martí y en varios cabarets, integrado a la orquesta de los Hermanos Palau y la de Yoyo Casteleiro.
Ya en 1953 contaba con su propia orquesta y rivalizó con Benny Moré, aunque nunca llegó al nivel del Bárbaro del Ritmo.
Impresionado por el talento innato de Rolando Laserie, Benny Moré lo incluyó como baterista en su Banda Gigante, y le dio todo su apoyo para triunfar después.
También en 1953 debutó como solista en el prestigioso cabaret Sans Souci.
De manera paralela, participó en espacios radiales muy populares, como el programa de Olga y Tony, en Radio Progreso. Llegó a la televisión en el Show de Garrido y Piñeiro y después al Show del Mediodía, que conducía el inigualable animador Germán Pinelli,
Fue precisamente Pinelli quien bautizó a Rolando Laserie como “El guapo de la canción”, aunque también se le conocía como “El Guapachoso”.
Su gran amigo, Guillermo Álvarez Guedes, describió a Rolando Laserie como “un hombre siempre vestido de blanco con trajes de lino, que cuidaba de su limpieza hasta para tomar café y no mancharse”.
Usaba siempre una gorra tipo inglesa (también llamada bolchevique) que fue rebautizada aquí como “gorra Laserie”.
El músico Ernesto Duarte y Álvarez Guedes, que eran los dueños de la casa disquera Gema, le dieron a Rolando Laserie la oportunidad de grabar su primer LP, titulado Sabor, en 1957.
En todos los arreglos orquestales del disco, Duarte respetó la dicción sin refinamientos de Rolando Laserie y su costumbre de introducir frases coloquiales en las letras de sus canciones, lo que sería su sello estilístico.
Aunque fue criticado por algunos que consideraban su lenguaje como vulgar, tuvo gran aceptación y popularidad en la segunda mitad década de 1950.
Durante su carrera artística, en Cuba y el exterior, Rolando Laserie grabó más de 30 discos, en los que cantó sones, boleros y guarachas.
Uno de sus primeros éxitos fue la canción Mentiras tuyas, del compositor Mario Fernández Porta, a quien en principio no le gustó mucho la interpretación de Laserie, pero al ver en que en solo una semana se vendieron 30.000 copias del disco de 45 rpm cambió de opinión.
Otras canciones que popularizó Rolando Laserie fueron: Qué es lo que pasa, El muerto vivo, Domitila, Esta noche me emborracho, Suelta el pollo, gavilán y su peculiar interpretación en tiempo de bolero del famoso tango argentino Las cuarenta.
En los inicios del régimen castrista hizo una versión de la pieza Si te vas, del italiano Renato Carosone, que convirtió en una especie de guaracha donde casi al final decía: ¿Y te vas, ahora que bajaron los alquileres?, en una clara e irónica alusión a la Ley de Reforma Urbana.
Poco después él también se marchó de Cuba. Primero fue a Venezuela y luego se radicó en Miami, donde falleció, por problemas cardíacos el 22 de noviembre de 1998 en un hospital de Coral Gables, a los 75 años.
Como las de tantos otros artistas que tomaron el camino del exilio, las grabaciones de Rolando Laserie se eliminaron de la radio en Cuba. Por esa razón, esta gran figura de la música popular cubana es casi desconocido hoy por las nuevas generaciones.