MIAMI, Estados Unidos. – Los gobiernos de Cuba, México y Colombia firmarán este miércoles la llamada Declaración de Acapulco, estableciendo las bases para la creación de la Agencia de Medicamentos de Latinoamérica y el Caribe (AMLAC), según anunció Alejandro Svarch Pérez, director general de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de México, este martes.
La declaración será suscrita por las agencias regulatorias de los tres países en el puerto de Acapulco, en el marco de la semana nacional de salud que se celebra en el estado mexicano de Guerrero. Por la parte cubana firmará el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de Cuba (CECMED), mientras que por la parte colombiana lo hará el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA).
En una conferencia de prensa celebrada este martes, Svarch Pérez destacó que el acuerdo entre los tres gobiernos “representa el primer paso en la constitución de la agencia de medicamentos de América Latina y el Caribe, que cuenta con el apoyo de 10 países de la región y significa un sueño latinoamericano que consolida la transformación de los sistemas regulatorios hacia la autosuficiencia y la soberanía”.
El director de COFEPRIS explicó que su organismo trabaja en conjunto con las agencias regulatorias colombiana y cubana, así como con otros expertos de El Caribe y Centroamérica, en procesos que permitirán avanzar en la construcción de la agencia regional. Su objetivo planteado es garantizar el acceso a medicamentos, insumos y vacunas de calidad para todos los habitantes de la región.
Según Svarch Pérez, la nueva agencia establecerá estándares comunes, garantizando la calidad de los insumos utilizados en la región y eliminando la duplicidad regulatoria entre “países hermanos”. Además, impulsará la investigación clínica y el desarrollo de terapias innovadoras en el continente.
Para el titular de la COFEPRIS, la Declaración de Acapulco “representa un momento histórico para la regulación sanitaria, para la salud humana y para el acceso a medicamentos y dispositivos médicos en beneficio de la salud pública de toda la región”.
Hasta el momento, ningún funcionario vinculado a la creación de AMLAC ha aludido a la grave escasez de medicinas básicas en Cuba. De hecho, la mayor de las Antillas es, de los tres países que conforman la agencia, el que peor situación presenta.
La grave escasez de medicinas en la Isla se agudizó durante la pandemia de COVID-19, cuando las autoridades ordenaron la producción de vacunas propias contra el coronavirus y dirigieron todos los recursos de la industria a la producción de cinco candidatos vacunales.
A pesar de la crisis de medicamentos en Cuba y de no contar con el aval de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sus vacunas, el Gobierno cubano vendió sus productos a México y otros países como Vietnam, Venezuela, Nicaragua, Irán, Bielorrusia y San Vicente y Granadinas.
Recientemente, trascendió que Cuba y Rusia se encontraban evaluando perspectivas de cooperación en materia de salud e industria biofarmacéutica. De acuerdo con el diario oficial Granma, autoridades de los dos países “evaluaron las posibilidades de inclusión de medicamentos líderes de la biotecnología cubana en protocolos de tratamiento para el pueblo de Rusia”.
Mientras, las farmacias de la Isla se hallan prácticamente vacías, con una ostensible cantidad de medicamentos en falta y colas interminables cuando arriban las pocas medicinas existentes.