MIAMI, Estados Unidos. – Economía, educación, salud pública e inmigración fueron los temas de cabecera del primer debate de precandidatos a la presidencia de Estados Unidos, celebrado este miércoles en el Centro de Artes Escénicas Adrienne Arsht de Miami.
Pese a que el evento, organizado por NBC News, tuvo por sede a la ciudad del Sol, ninguno de los 10 políticos en carrera abordó la situación de Cuba, Venezuela y Nicaragua, países con amplia presencia dentro de la comunidad del sur de la Florida.
La jornada de ayer tuvo como protagonistas a Cory Booker, Bill de Blasio, Julián Castro, John Delaney, Tulsi Gabbard, Jay Inslee, Amy Klobuchar, Beto O’ Rourke, Tim Ryan y Elizabeth Warren, quienes, en su mayoría, se dedicaron a abordar temas puntuales de inmigración y la universalización de los servicios de salud pública y educación, así como otras cuestiones vinculadas a la necesidad de combatir el cambio climático y revertir la concentración de poder que, según dicen, se encuentra en poder de las grandes corporaciones.
Esta vez el tema política exterior fue relegado a un segundo plano. Únicamente el excongresista por Texas Beto O’ Rourke hizo especial énfasis sobre el rol que debe jugar Estados Unidos en la arena internacional y la necesidad de fortalecer alianzas con países aliados.
En ese sentido, los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua parecen no tener espacio en la agencia demócrata, más aún teniendo en cuenta que la mayoría de los precandidatos de ese partido se ha mostrado abiertamente a favor del acercamiento con Cuba y del fin del embargo.
Ante una pregunta de un votante de NBC, el propio O’Rourke señaló que Estados Unidos podría intervenir un país cuya población esté sufriendo una crisis humanitaria, aunque precisó que cualquier movimiento debería realizarse “en estrecha colaboración con los aliados”.
Este jueves verán acción en el mismo escenario Michael Bennet, Pete Buttigieg, Kirsten Gillibrand, Kamala Harris, John Hickenlooper, Eric Swalwell, Marianne Williamson, Andrew Yang, Bernie Sanders y Joe Biden, estos últimos, dos de los favoritos a disputarle la Casa Blanca al presidente Donald Trump.