MIAMI, Estados Unidos. — La idea de criar peces para garantizar la alimentación familiar no ha tenido aceptación entre los cubanos. Así lo demuestran opiniones recogidas por CubaNet entre residentes en La Habana.
Cuestionados sobre la posibilidad de fomentar la acuicultura, los entrevistados aseguraron que la cría de peces no solo requiere tiempo y condiciones, sino también alimentos y otros aseguramientos.
“Sí, se puede, pero dónde están las condiciones, el pienso. Eso no es así”, señala uno de los testimonios.
Los más jóvenes, más desconectados del discurso oficial, aseguran que todo se trata de “un descaro”. Uno de ellos reveló a este diario que no comía pescado desde hace ocho años.
“Pescado, si no hay ni agua”, ironizó otro de los jóvenes entrevistados.
Para los cubanos, lo importante no es criar peces en sus hogares, sino revitalizar la economía y garantizar la entrada de mercancías al país.
“Eso no es viable, lo que necesitamos es que haya más negocios y competencia para que bajen los precios”, sostuvo otro joven.
El pasado mes de julio, el viceprimer ministro del régimen castrista, Jorge Luis Tapia, llamó a los cubanos desarrollar la acuicultura familiar para paliar el hambre y la escasez de alimentos en la Isla.
Tras reconocer que la Ley de Soberanía Alimentaria y de Seguridad Nutricional que se implementa desde el pasado año no ha dado los resultados esperados, el funcionario advirtió que había que recuperar experiencias del Período Especial, como el desarrollo de la llamada acuicultura familiar.
“En los años del Período Especial se llevó un movimiento a nivel de consejo popular que muchas familias hicieron estanques. Y en el mundo existe eso. Aquí en Cuba se hizo: un estanque, cuatro metros a la redonda y criaban peces ahí. Eso lo podemos hacer”, sostuvo Tapia en su intervención de este viernes ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).