LA HABANA, Cuba, 2 de abril, (José Antonio Fornaris, 173.203.82.38) – Un grupo de 22 balseros, que se había lanzado al mar en una embarcación rústica en la noche del pasado 24 de marzo por la playa habanera de Guanabo, fueron regresados a Cuba por un guardacostas estadounidense el sábado.
El grupo estaba integrado por 18 hombres y cuatro mujeres, y la mayoría reside en Ciudad de La Habana, aunque algunos son de la cercana provincia de Mayabeque. Cinco de ellos laboran (o laboraban) como civiles en una unidad de aseguramiento técnico de las Fuerzas Armadas, y cuatro son militantes de la Unión de Jóvenes Comunistas. Una de las mujeres está embarazada.
Rosa Sánchez, esposa de Jorge Luis Gómez, uno de los frustrados balseros, fue citada a la estación de la Policía Nacional Revolucionaria de Managua, Arroyo Naranjo, para que prestara declaración. Sánchez dijo que la policía le había exigido entregar una carta de despedida que su esposo le había dejado, presionándola además con el argumento de que el caso estaba siendo investigado por la contrainteligencia militar.
Uno de los balseros dijo que el trato recibido, tanto de parte de los estadounidenses como de de las autoridades de la isla, había sido correcto.
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