MADRID, España.- Una de las obras más representativas de la ingeniería civil habanera, el Coliseo de la Ciudad Deportiva, se inauguró el 26 de febrero de 1958.
Su construcción había comenzado en 1952 para sustituir las funciones del antiguo Palacio de los Deportes, situado en aquella época al Hotel Habana Riviera.
Ubicado en la intersección de las avenidas Boyeros y Vía Blanca, en el municipio Cerro, El Coliseo tiene 103.2 metros de diámetro exterior y se sustenta en 48 columnas distribuidas en dos círculos concéntricos de 24 columnas cada uno.
Entre los elementos modernos que caracterizaron su construcción están la presencia de tejas translúcidas en su cúpula que permiten el paso de la luz del sol y el sistema de salida, que permite que los asistentes abandonen la instalación en pocos minutos.
La cúpula fue realizada por una compañía estadounidense y el resto estuvo a cargo del antiguo Ministerio de Obras Públicas.
El tabloncillo en su interior, que ha acogido a los eventos deportivos más importantes desarrollados en la Isla, tiene 38 metros de diámetro. Y sus gradas tienen una capacidad para 15 mil espectadores.
Además del coliseo techado, el recinto cuenta con terrenos de béisbol, softbol, fútbol, atletismo y baloncesto.
En el jardín delantero del Coliseo hay una estatua de bronce, del artista Fernando Boada Martín, llamada “La Meta”, que representa a una mujer corriendo con los brazos abiertos.
En la actualidad, aunque sin el esplendor de sus primeros años, el Coliseo de la Ciudad Deportiva continúa siendo sede de importantes acontecimientos deportivos, así como espacios para conciertos y otros eventos. Es también una de las sedes del equipo masculino de voleibol de Cuba.
Además, radican allí las oficinas centrales del estatal Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER).