MIAMI, Estados Unidos. — El 27 de mayo de 1994 el escritor e historiador ruso Alexandr Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura, regresó a Rusia después de 20 años de exilio en Estados Unidos.
Nacido el 11 de diciembre de 1918 en Kislovodsk (Rusia), Solzhenitsyn sirvió como oficial en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, terminó siendo encarcelado en 1945 por criticar a Joseph Stalin en una carta privada. Ese arresto marcó el comienzo de su largo calvario con las autoridades soviéticas.
Solzhenitsyn pasó ocho años en varios campos de trabajo y prisiones, incluido el infame sistema Gulag. Sus experiencias personales en estas condiciones brutales formaron la base de obras posteriores, particularmente su libro El archipiélago Gulag, que retrató las duras realidades de la vida y la opresión que enfrentan millones de ciudadanos soviéticos.
En 1962, Solzhenitsyn publicó su innovadora novela Un día en la vida de Ivan Denisovich, basada en sus experiencias en el Gulag. El libro se distribuyó inicialmente en samizdat, publicaciones clandestinas, y luego se publicó oficialmente. Obtuvo reconocimiento internacional y atrajo la atención de Solzhenitsyn tanto del gobierno soviético como del mundo literario.
Solzhenitsyn terminó siendo expulsado de la Unión Soviética en 1974 tras la creciente presión y censura que enfrentó debido a sus fuertes críticas contra el comunismo. Se instaló en EE. UU. y desde allí continuó escribiendo y dando conferencias sobre la historia rusa y la crisis moral y espiritual del mundo moderno.
Tras el colapso de la Unión Soviética, Solzhenitsyn regresó a Rusia. Sus trabajos posteriores incluyeron novelas históricas como La rueda roja y Doscientos años juntos, que exploraron la historia rusa y la compleja relación entre judíos y rusos.
Los escritos de Solzhenitsyn tuvieron un profundo impacto en la comprensión de la historia soviética y la experiencia humana bajo regímenes totalitarios. Su valor para exponer la verdad y su dedicación a la preservación de la memoria histórica lo han convertido en una de las figuras literarias más importantes del siglo XX.
Solzhenitsyn falleció el 3 de agosto de 2008 en Moscú, dejando un legado de literatura poderosa y estimulante.