AREQUIPA, Perú – En Cuba, el 41,6% de los niños, niñas y adolescentes de uno a 14 años fueron sometidos a algún método violento de disciplina, el 29,1% a agresión psicológica y el 33,1% a castigo físico.
Así lo indica la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados 2019, citada en un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El documento de UNICEF, presentado el pasado mes en La Habana, lleva por título “Violencia hacia niños, niñas y adolescentes. Aspectos relevantes de estudios realizados en Cuba”.
Sobre formas severas de castigo físico en la Isla, el sondeo señala que lo sufrieron el 1,6% (los grupos de edades de cinco a nueve años y de diez a 14 años muestran los mayores porcentajes 2,5 %).
El estudio sistematiza 209 investigaciones, publicadas entre 2000 y 2020, y fue realizado por las investigadoras Clotilde Proveyer Cervantes, María Antonia Miranda y Succel Pardini.
Entre las temáticas abordadas en la sistematización estuvieron las formas de disciplina violenta, exposición a violencia doméstica y/o de género y otras formas de violencia ejercida en el hogar, señala un reporte de UNICEF.
Las investigadoras también analizaron la violencia que afecta a niños, niñas y adolescentes en el ámbito educativo, institucional, entre pares, así como la violencia discriminatoria (por discapacidad, color de la piel, condición económica u otras), la violencia en el entorno digital y la violencia discriminatoria por orientación sexual e identidad de género, junto con la violencia sexual.
El reporte de UNICEF alerta de que “la exposición temprana a la violencia influye negativamente en los procesos de aprendizaje y socialización de niños, niñas y adolescentes y fomenta patrones de comportamiento violentos“.
Las autoras de la investigación señalan que la exposición prolongada a la violencia durante la niñez y la adolescencia puede también desencadenar limitaciones sociales, emocionales y cognitivas.
“Las personas violentadas en edades tempranas pueden adoptar comportamientos de riesgo para la salud física y emocional, usar sustancias adictivas, iniciar temprano las relaciones sexuales, tener un bajo desempeño escolar y adoptar conductas violentas. Muchas veces, los comportamientos vienen acompañados de trastornos de ansiedad y depresión”, añaden.
Igualmente, alerta de que las formas de violencia se esconden en el entorno familiar como ese espacio privado en el que nadie tiene derecho a entrometerse.
Las autoras del estudio hacen alusión a cómo los problemas económicos, la emigración, las alteraciones en la dinámica familiar, entre otros, pueden ser factores desencadenantes de violencia hacia infantes.
Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.