LA HABANA, Cuba. – El pasado jueves 25 de julio, el Soberano Gran Comendador (SGC), José Ramón Viñas Alonso, habló sobre el conflicto entre la masonería cubana y el Gobierno, tras la imposición del Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, Mario Alberto Urquía Carreño. En el encuentro entre masones, Viñas Alonso también dijo que “la situación no era política”, como querían hacer entender Urquía Carreño (Mayito) y la Seguridad del Estado, sino “una situación masónica”.
“Mayito con sus acciones ha querido dejar ver que nuestra actitud hacia él también conlleva una actitud política, algo contra el Gobierno (…). Esto no es una situación política, esto no es una situación de que estamos en contra del Gobierno, esto es una situación masónica que el Ministerio de Justicia (MINJUS) nos quiere imponer, algo que nuestra propia ley, la que aprobaron ellos, determinó. La han irrespetado y nos han impuesto”, expresó Viñas Alonso.
Asimismo, el Soberano recalcó que lo único que están exigiendo los masones es que se cumplan las leyes masónicas (Decreto 009/2024), por las cuales se expulsó del Rito a Urquía Carreño, en una sanción aprobada por votación unánime de la Alta Cámara del Rito Escocés.
Acuerdo de Picota
A inicios de año, el propio Urquía Carreño denunció el robo de 19.000 dólares (dinero que estaba destinado a asegurar las necesidades de los ancianos del Asilo Nacional Masónico “Llansó”) en la oficina del Gran Maestro de la Gran Logia de Cuba, en enero.
En la estación policial de Picota, en La Habana Vieja, el 1 de abril de 2024 Mario Urquía se comprometió a devolver los 19.000 dólares en un plazo de tres meses. Ese plazo se venció el pasado 1 de julio.
“Se llega al acuerdo entre las partes que el ciudadano Mario Alberto Urquía Carreño deberá indemnizar a través de la regeneración en efectivo de las sumas de 12.340 euros y 5.660 dólares, al indicado Raúl Acosta en el plazo de tres meses”, indica el documento leído en la reunión por el Soberano.
De acuerdo con el escrito, que fue firmado por la capitana Leidys Villaurrutia Díaz, Urquía Carreño se compromete a “pagar la suma referida en el plazo acordado”.
“¡Esta es la prueba! El día 1ro. a él no lo exoneraron de nada (…), el único documento legal que hay es ese y a nuestro abogado no le han notificado ningún otro”, señaló Viñas Alonso sobre el “Acta de Acuerdo Conciliatorio” redactada en la estación policial de Picota.
Aunque Urquía Carreño no cumplió con el compromiso de pagar la suma de dinero estipulada en el periodo solicitado, la Fiscalía aún no se ha pronunciado al respecto.
El MINJUS y la expulsión de Urquía
El Supremo Consejo (una de las dos potencias que rigen la Masonería en la Isla) decretó la expulsión de Urquía en…
“El Ministerio de Justicia, como ahora la Seguridad del Estado, me dice que tenemos que repetirle el juicio, porque Mayito no puede ser juzgado, primero porque no tenemos pruebas, y sin pruebas él no es culpable de nada; segundo, porque tiene que defenderse”, manifestó Viñas Alonso.
“La Gran Logia de Cuba aplica la justicia de la forma que todo el mundo sabe. El Supremo Consejo, que es vertical, un santo imperio, es como militar, aplica la ley de dos formas: o por un proceso judicial o por un decreto. Ese artículo lo aprobó el mismo Ministerio de Justicia y es nuestra Constitución”, añadió.
Para el Soberano Gran Comendador, “el problema grave” es que el Gobierno le quiere dar “otro camino” a los reclamos de los masones sobre la imposición de Urquía Carreño como Gran Maestro.
Día de interrogatorios por la policía política
La mañana del jueves 25 de julio, el mismo día en que se realizó la conferencia citada, Viñas Alonso fue retenido por agentes de la Seguridad del Estado en el Aeropuerto Internacional “José Martí”, de La Habana. El Soberano Gran Comendador regresaba de un viaje a Honduras, donde participó en la Conferencia de Centroamérica y el Caribe de Supremos Consejos.
“Cuando llegué me estaban esperando. Fue muy denso. Ellos dicen que no me estaban amenazando sino advirtiendo; es bastante incómodo estar en un lugar de esos con varios de ellos”, describió.
“Nadie se ha metido con el Gobierno, que no se le quiera dar esa caída que no es”, también dijo. Asimismo, aseguró a sus hermanos masones que la impresión que le quedó es que “hay Mario Urquía para rato”.
También en esa jornada, alrededor de las 2:00 p.m., horas antes del comienzo de la reunión, el escritor y masón cubano Ángel Santiesteban Prats fue arrestado por agentes de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) e interrogado por efectivos de la Seguridad del Estado en la unidad de La Lisa.
“Les dije que lo que hicieron con Gerardo [Cepero, citado días antes por la teniente coronel conocida como “Kenia”] el otro día y lo que hicieron con el Soberano hoy fue medir el aceite a ver qué temperamento tienen ellos. Esa es mi impresión”, dijo Santiesteban Prats a CubaNet.
“Ellos me detuvieron porque pensaron que la prensa iba a ir [a la conferencia], pero era [un encuentro] para los masones, para que hicieran preguntas e intercambiar”, dijo.
La preocupación de la Seguridad del Estado tiene que ver con la protesta de alrededor de 200 masones que tuvo lugar en la Gran Logia de Cuba el pasado martes 23 de julio. Allí, los presentes exigieron que el Gran Maestro abandonara el cargo, así como el cese de la intromisión del Gobierno a través del MINJUS.
El hecho, sin precedentes en la historia del país, fue visibilizado por CubaNet y dos agencias de prensa extranjeras (AFP y NBC).
Los masones ratificaron su rechazo a Urquía
Los masones reunidos en el Supremo Consejo, edificio ubicado en Jovellar, entre Espada y San Francisco, en Centro Habana, lamentaron el apoyo del MINJUS al Gran Maestro impuesto. Asimismo, algunos refirieron que Urquía Carreño ya no les sirve porque su “desmoralización es muy grande”.
Finalmente, José Ramón Viñas Alonso ratificó que tanto él en su condición de SGC como el Supremo Consejo del Grado 33 para la República de Cuba continuarán sin reconocer “decreto, firma, actitudes, algo que este llamado Gran Maestro haga, diga o decrete”.
Además, insistió en que “se mantiene y se ratifica el Tratado de Amistad (y Mutuo Reconocimiento)”, un convenio que existe entre la Gran Logia y el Supremo Consejo, las dos potencias que rigen la Masonería cubana, el cual estipula que si un masón es sancionado en una de esas instancias, la otra debe adoptar la misma pena.
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