MIAMI, Estados Unidos.- La cubana María Dolores Domínguez Díaz, laica de fe y vocación, falleció en Pinar del Río este miércoles 29 de junio, informó a través de la red social de Facebook Dagoberto Valdés, intelectual católico y editor, fundador de las revistas Vitral y Convivencia.
Sobre Domínguez Díaz, o Lola, como le decían amigos y familiares, Valdés aseguró que era una “cristiana de fe probada en la persecución, catequista de pueblo y montaña, mujer de reciedumbre en los valores y ternura en la vida, pilar indoblegable de su familia, profeta de fe y vocación laical al servicio de su comunidad cristiana y de la Iglesia diocesana de Pinar del Río.
Su pasión y trabajo por la catequesis, el servicio a la Iglesia le ganaron la admiración de todos en la provincia. Su vida fue reflejada en un cortometraje que matiza los sacrificios y la vocación de Lola”.
“En tiempos duros sostuviste, enseñaste y transmitiste la fe a los que te rodeaban. Glorificaste a Dios con tu sencillez de vida y tu entrega absoluta. La Iglesia fue tu Madre, tu Hogar y tu Taller. Tus gastados y pobres zapatones jamás sintieron el cansancio ni torcieron el Camino de Jesús. Tu profunda mirada proclama la altura de tu espiritualidad encarnada, misionera y profética”, escribió.
“La Iglesia de Pinar del Río se honra con tu compromiso y te debemos el homenaje que te mereces: que sigamos tu ejemplo, que amemos a Jesús y nos abandonemos en el regazo de la Virgen María, nuestra madre, como tú lo viviste sin medida ni aspaviento.
“Gracias Señor y Padre nuestro, por el regalo de Lola, destello y susurro de tu Luz y tu Voz. Gracias, mi querida y admirada hermana, ya llegaste. Tu gozo tiene el horizonte que te abrió el sufrimiento de tu vida y la Paz con que viviste la prueba”, dijo como palabras de despedida a María Dolores Domínguez el católico pinareño.
“Intercede por nosotros. Allanamos el camino. Enséñanos cómo se sube al monte de la Gracia y la Santidad, tú que entrenaste tu espíritu con los 25 kilómetros semanales en el ejercicio de la evangelización. Ruega por tu Iglesia de Pinar del Río. Cuéntale a Dios por dónde andamos y cuáles fueron tus sueños para esta entrañable Iglesia pinareña”.
“Ábrenos las puertas del Cielo y, sobre todo, consíguenos de Dios que, como tú, seamos fieles hasta el fin a su Hijo Jesucristo con el cuál ya vives en paz, por los siglos de los siglos. Amén”, finalizó el homenaje.
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