LA HABANA, 13 de enero (Eugenio Leal, 173.203.82.38 ) -Desde el día 11 y durante el mes de enero, continua en la Galería Habana, sita en calle Línea No. 460 e/ E y F, municipio Plaza, Ciudad de La Habana, la exposición “Fonemas y Morfemas I” de los artistas de la plástica, nacidos en Pinar del Río, Iván Capote (1973) y Yoan Capote. (1977).
Por definición “fonema”, en el sonido encuadrado en un sistema lingüístico, caracterizado por rasgos distintivos (llamados también pertinentes o relevantes) que lo relacionan con otros fonemas y al mismo tiempo lo diferencian de ellos. Es la unidad mínima en la que puede dividirse la lengua; tiene significante pero no significado.
A su vez, los morfemas no pueden descomponerse en otros signos, unidades con significante y significado, pero sí en fonemas, que tienen significante y capacidad de diferenciar significados (cama se distingue de cana por la oposición entre los fonemas /m/ y /n/), pero que no son unidades con significado.
De ahí que, “Fonemas y Morfemas” nos aluda al lenguaje, que es el medio de comunicación de los seres humanos, a través de signos orales y escritos que poseen un significado. En un sentido más amplio, al procedimiento que sirve para la comunicación.
El lenguaje, nos da la capacidad para conformar y emitir el pensamiento. A su vez, el signo lingüístico es el elemento mínimo constitutivo de la comunicación. Es una entidad psíquica de dos proyecciones, formadas por: la imagen acústica y el significado o concepto.
El desarrollo tecnológico y científico-técnico ha impuesto una dinámica a la actividad del homo sapiens, que nos lleva a la alienación. Por eso el arte busca satisfacer la necesidad humana de pensar, reflexionar sobre nosotros mismos y la interrelación individual y holística, de nuestra especie entre sí, con la sociedad y el Universo. Eso ha hecho que la representación artística dejará de ser explicita y pasará a ser conceptual y abierta a la interpretación del receptor, para trascender y alcanzar un lenguaje polisémico.
Esto es, precisamente, lo que nos transmiten ambos artistas. De ahí, que las imágenes nos provoquen asociaciones de ideas que devienen conceptos y razonamientos en nuestra psiquis, nos estimulen el pensamiento y la acción.
Más allá de las limitaciones culturales y lingüísticas, se establece la comunicación del espectador con las obras.
En el plano intelectual, se alcanza un nivel de comprensión que nos muestra las barreras políticas, ideológicas, económicas y sociales, erigidas a través de la programación neuro lingüística.
Las creaciones, como las trompetas de Jericó, contribuyen a desplomar las almenas del miedo y los baluartes de la indefensión, que los sistemas de dominación construyen en la psiquis, para así poder coartar el libre albedrío, intrínseco en todos los seres humanos.