MIAMI, Estados Unidos.- Aunque no aseguró si se esperan más sanciones a corto plazo contra el régimen cubano, Mara Tekach, Coordinadora de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado de Estados Unidos, dijo en entrevista con CubaNet que la política de máxima presión de Washington contra La Habana va a continuar.
En un diálogo sobre el impacto de las nuevas medidas, relacionadas con el envío de remesas a la Isla, la funcionaria estadounidense recalcó que la intención de su gobierno es y ha sido siempre “proteger y beneficiar al pueblo cubano, que merece el máximo de estas remesas para sus familias”.
La pasada semana el Departamento del Tesoro publicó en el Registro Federal, bajo el sello de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC, por sus siglas en inglés), un borrador en el que anuncia que, a partir del próximo 27 de noviembre, fecha en que se cumplirán 30 días de introducida la nueva modificación por parte del organismo federal, queda prohibido el envío de remesas a Cuba a través de empresas vinculadas a los militares.
Al respecto, Tekach explicó que las remesas seguirán fluyendo, pues las regulaciones permiten el envío de dinero, pero “solamente se omitirá la posibilidad de mandarlas a través de las fuerzas militares”.
“Cuba sigue siendo el único país en el hemisferio en el cual las remesas pasan por los militares, que se quedan con un porciento de este dinero, y eso es algo inaceptable. El gobierno de EEUU no permitirá que este sistema continúe, vamos a seguir trabajando para que el máximo beneficio llegue al pueblo cubano”, expresó.
La mitad de las empresas que ofrecen servicios financieros en Cuba tienen contrato con Fincimex, una filial de Cimex, subsidiaria a su vez de GAESA, el conglomerado empresarial militar más poderoso de Cuba y quien controla el dinero enviado a la Isla. Sin embargo, aseguró Tekach a CubaNet, “hay instituciones no militares por las cuales se pueden pasar esas remesas, existen esos canales, y el régimen lo sabe. Alternativas existen”.
“La intención es que la moneda fuerte que está mandando la familia cubana desde el exterior llegue a los bolsillos de los cubanos y no a los del régimen, ese el objetivo”, por ello “le toca al gobierno cubano encontrar la manera, y expandir los métodos no militares que se pueden usar para hacer llegar las remesas, como hacen muchos otros países”, dijo la funcionaria, que el pasado mes de agosto culminó dos años de trabajo al frente de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, donde se desempeñó como Encargada de Negocios, el más alto cargo en la sede diplomática.
El objetivo del gobierno estadounidense es velar por que el dinero que entra a Cuba por concepto de remesas familiares “no llegue a los militares, que en realidad lo usan para oprimir al pueblo. La política de Estados Unidos es para reforzar la democracia y la protección de los derechos humanos en la Isla, privando recursos a las fuerzas militares. Hay otras maneras para que las remesas lleguen, y el gobierno lo sabe”, sentenció.
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