MIAMI, Estados Unidos. — Un simpatizante del régimen cubano hirió con un arma blanca a Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, según informó la propia víctima a Radio Televisión Martí.
El suceso ocurrió el pasado viernes en la ciudad de Pinar del Río, cuando Ajete Abascal se encontraba reunido junto a Irina León Valladares, Lisandra Orraca Guerra y Katia Hernández Torres, activistas de la Federación Latinoamericana de Mujeres Rurales (FLAMUR).
El campesino fue atacado por un ciudadano que pasó por el frente de la vivienda —ubicada en la avenida Máximo Gómez— vendiendo pescado.
“Ellas (las activistas) les dicen que no les interesa comprar. La casa de Irina está enrejada, ellas están de la parte de adentro, y él mira que estamos viendo un video, y entonces empieza a decir que a él no le interesa vender pescado, que en realidad su objetivo es decirle lo que tiene que decirle: que son unas contrarrevolucionarias, que son unas gusanas, y que si las ve en la calle van a tener problemas, porque la calle es de los revolucionarios”, dijo Ajete Abascal a Radio Televisión Martí.
Para el líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, las palabras del supuesto vendedor dejaron claro su compromiso con el régimen cubano. Ante la amenaza, el activista decidió salir a enfrentar al agresor, pero termino con una herida en una de sus manos.
“Salgo y abro la reja, porque lo veo con intenciones de seguir para adentro y, cuando salgo, saca del bolsillo una cuchilla y la abre. Me tiró el cuchillazo, me cogió la parte de arriba de la mano, y en ese momento empecé a botar cantidad de sangre”, explicó la víctima.
El propio Ajete Abascal sostuvo que, debido a la gravedad de la lesión, tuvo que ser atendido en el hospital Abel Santamaría, ubicado en la cabecera provincial de Pinar del Río. Allí recibió seis puntos de sutura.
El activista agregó que decidió no hacer la denuncia ante la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) debido a que los agentes del orden nunca han tenido en cuenta los reclamos de los activistas de derechos humanos.
“Decidimos dejarlo ahí, porque cuando vas a la unidad de la PNR ellos no hacen caso de lo que nosotros decimos, principalmente porque somos activistas de derechos humanos”, lamentó el líder campesino.