LA HABANA, Cuba, 11de abril (Orlando Freire Santana, 173.203.82.38) -La Dirección Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) está celebrando este mes reuniones en las cuadras para comprometer de nuevo a sus miembros para que participen en las guardias nocturnas, que han disminuido ostensiblemente en los últimos tiempos.
Según se ha anunciado, más que velar por la seguridad y la propiedad individual de los ciudadanos, se pretende que los afiliados a los CDR intensifiquen el cuidado de escuelas, consultorios médicos, bodegas, carnicerías, círculos infantiles y otros objetivos económicos y propiedades del Estado.
Algunos observadores consideran que no parece casual que se haga semejante énfasis en la vigilancia de esos puntos estratégicos, en momentos en que se avizoran nuevos despidos laborales, y las propiedades estatales podrían ser saqueadas por personas carentes de medios de subsistencia.
Los Comités de Defensa de la Revolución fueron creados el 28 de septiembre de 1960 por el gobierno de Fidel Castro para “promover el bienestar” de la población y “reportar actividades contrarrevolucionarias”.
La organización es tristemente conocida como un ente de vigilancia y delación que ha sido usado para espiar y encarcelar a disidentes y mantener un férreo control sobre los ciudadanos. Uno de sus momentos más sombríos transcurrió durante el éxodo del Mariel, en 1980, cuando muchos de sus miembros golpearon, vejaron y acosaron en los llamados “mítines de repudio” a aquellos que deseaban abandonar el país.